La directora del organismo, Marina Aragón Celis, informó que los fondos derivados de dicha norma ya se liberaron en una primera parte y esperan que la mayoría de las instituciones educativas cubran el trámite de abrir cuentas bancarias antes de que concluya el ciclo escolar. Aquellas que no lo hagan, tendrán un plazo para cubrir el requisito marcado por los propios lineamientos.
Las autoridades educativas trabajan en una propuesta que enviarán al Poder Legislativo, con el objetivo de que esos recursos que estipula la citada legislación se otorguen con el mismo fin, pero que sea el consejo técnico de la escuela, junto con los padres de familia, el que decida en qué se va a gastar ese dinero y eliminar la etiqueta que estableció el Legislativo.
Aragón Celis argumentó que hay muchas otras necesidades, además de las que se consideran en el referido marco legal –que contempla materiales de limpieza, pintura, entre otros– y que requieren de mayor apoyo económico.
“Las necesidades prioritarias en una escuela son sanitarios, bebederos con agua potable y la impermeabilización de techos; si una escuela no tiene esos elementos básicos, no es posible que trabajen de manera tranquila y sana. Aliviar el problema de útiles de aseo, de jardinería, es más sencillo. Por ejemplo, acuerdan en la ley que sólo dos cubetas de pintura. Tendría que ser una mini escuela para que resulte útil”, explicó.
La funcionaria refirió que como el año anterior, instruirán a las diferentes estructuras escolares para que no haya condicionamiento de entrega de documentos o de inscripción de estudiantes, a cambio de cuotas económicas.