Como parte de la movilización realizada por la disidencia magisterial en varias entidades, el grupo de inconformes colocó mantas y pancartas en los accesos principales del inmueble. Alejandro Trujillo González expuso que este plan es parte de la reforma educativa, que siempre han rechazado.
En particular protestaron por las ETC, al señalar que originalmente los maestros trabajarían en escuelas de tiempo ampliado de 8 a las 15 horas, pero ahora "de manera arbitraria" lo están ampliando hasta las 16 horas para los maestros.
"Estamos en contra de las escuelas de tiempo completo porque hasta ahora, desde que se puso en marcha el programa, es un total fracaso", sostuvo el vocero, quien expuso que en la mayoría de las escuelas no se brinda alimentos a los niños y en las que sí los hay, los padres de familia tienen que pagar "por la raquítica porción que les dan".
Aseveró que no es real la llamada modernización educativa y para ello basta ver los talleres de secundarias, que no funcionan, y los docentes hacen lo poco que se puede con materiales que en su mayoría son comprados por los papás.
De tal suerte que insistieron en que "no se puede hablar de reforma educativa, ni de mejorar la calidad, y en la práctica están privatizando, obligando a los padres a hacer cada vez más gastos".
A decir de los manifestantes, hay escuelas donde se pretende establecer el programa, sin contar con los recursos para que los alumnos realmente coman, porque ni les dan recursos para la compra de alimentos y mucho menos cuentan con cocinas y comedores en condiciones óptimas: "muchos padres ni los mandan porque no les sirve de nada, las escuelas se han convertido en simples guarderías", argumentó.
Apuntó que son poco mas de 400 escuelas las del programa, que en realidad la mayoría son de horario ampliado y existen entre cuatro mil y cinco mil maestros a los que están afectando -porque a decir del vocero-, a los docentes sólo les dan una compensación que no incide en el salario base y por tanto no se refleja ni en la jubilación ni en otras prestaciones.
Aseveraron que hay escuelas en las que se está obligando a los profesores a trabajar por más tiempo sin un pago real, sin instrumentos, ni materiales didácticos, en una condición adecuada.
Remarcaron que en los casos en los que los maestros no quieren ampliar su horario, la autoridad los amenaza con que los cambiará de centro de trabajo y los quieren forzar a aceptar las condiciones que los directivos imponen.