De acuerdo con los argumentos que Teodoro dio al Tigre mayor, uno de los mejores corridos que ha escrito es “Maclovio” porque tiene un juego musical, es una música distinta en cada estrofa y en lo literario lleva una secuencia; el tema es muy fuerte.
Los Tigres le han grabado a Teodoro muchas canciones por su gran calidad de contenido y por su gran ritmo, entre ellas “La tumba falsa”, “La granja” “EL jefe de jefes” y “Pacas de a kilo”, que los hermanos Hernández han puesto en los lugares más altos de popularidad en varios países.
Pero después de que a los “Incasables” les han censurado algunas canciones en las estaciones de radio de varias ciudades de México, sus corridos se han vuelto menos explícitos y Teodoro Bello, uno de sus compositores favoritos, explica que “el narcotráfico y la violencia son hechos que vivimos todos los días pero nosotros como compositores debemos consignarlo pero también no ser tan explícitos. Hay autores que han tomado el narcocorrido como un juego, como algo divertido. Le transmiten a la juventud que cortan cabezas, que traigo el cuerno de chivo, y sí, de parte del autor hay algo de irresponsabilidad. El narcocorrido es cultura para la juventud; pero con el corrido se le puede abrir los ojos a la juventud; no podemos tapar el sol con un dedo, pero la esperanza también existe y eso hay que decirlo en los corridos”.
Según el “Jefe de jefes de los corridos”, como se le conoce a Teodoro, en el caso de “Maclovio” aborda varios temas importantes: el campo, el aspecto rural, la urbe; también se tocan temas actuales como la inseguridad.
–Pude haberle puesto Pablo o Juan, Martín, pero Maclovio era el nombre que más se apegaba a la idea y a la cuadratura musical –explica Teodoro entre pausas en las que desde Estados Unidos escucha las palabras del vocalista del grupo norteño- y continúa:
–Además, le voy a decir una cosa –dice Teodoro a Jorge Hernández–, Maclovio va a funcionar en México y en otros países. Maclovio va a calar en centro y Sudamérica, en Estados Unidos. Y en España y en todo Europa, es un corrido internacional, este es a mi juicio y se lo digo como letrista, como compositor.
Teodoro se entona y como si el celular fuera un micrófono le canta a capela al líder de los Tigres:
–Quien es Maclovio me dijo/, le dije que un personaje/tan solo por unos libros/conoce de la ciudad;/ allá vivió con su padres/ sus viejos le platicaban,/ mejor vivir en el campo/ que en una ciudad dañada;/ allá disfruta del pino/ y de la flor perfumada,/ del sol que baña su cara,/ del alba y atardecer;/ de los rayitos de luna/ y de la noche estrellada;/ él quiere y siembra en el campo/ porque le da de comer.
Teodoro se calla y espera la reacción del Tigre mayor. Algo escucha por el teléfono y responde:
–Jorge: yo esa canción la he calado en ferias y varios lugares y jala al cien. Yo siento que sería un gran acontecimiento que Tigres del Norte grabe Maclovio… Que huele a muerte en las calles/ después de sonar las doce./ Te cuentan robos y asaltos/ si ves la televisión,/ pero lo más preocupante/ la juventud descarriada/ se le han quemado las alas/ por tanta drogadicción./
Teodoro Bello, el corridista que, según él aprendió a leer y a escribir cuando tenía 22 años de edad, concluye la llamada con esta aseveración:
–¡Que me deshereden los Tigres del Norte si esa canción no es un boom!
Sociedad
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Maclovio, un corrido internacional: Teodoro Bello
Durante una entrevista con el maestro Teodoro Bello Jaimes (San Simón de Guerrero, Estado de México) en su casa de Cuernavaca, recibió una llamada desde California: era el acordeonista líder de Los Tigres del Norte, Jorge Hernández, a quien Teodoro le envío algunos corridos de su autoría para un nuevo disco. Entre las canciones iba “Maclovio”.
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