La instancia federal dio a conocer a todas las entidades, entre ellas Morelos, naturalmente, esta disposición y solicitó la colaboración de las comisiones en los estados para el aseguramiento del producto en caso de ser localizado, pues su venta no está autorizada al no cumplir con la norma oficial.
La Cofepris informó que dicha sustancia se publicita fundamentalmente por internet, pero no descartó la posibilidad de su comercialización en negocios pequeños o de mano a mano.
La dependencia detalló en su alerta que se trata del denominado “THERMATRIM (que se vende en una presentación de cápsulas de 850 mg c/u) de NAN LABORATORIOS”, el cual se publicita y comercializa a través de Internet en la página “www.nanlaboratorios.com”, bajo la figura de suplemento alimenticio.
La autoridad sanitaria ordenó su retiro de la página web e inició una investigación del mercado para decomisar, en su caso, el producto en punto de venta a fin de prevenir riesgos a la salud, y evitar efectos adversos a la población.
“Dicho producto promete beneficios como aumentar la quema de calorías; reducir el porcentaje de grasa corporal sin limitar el porcentaje de músculo, entre otros. Aclaró que THERMATRIM no cuenta con Registro Sanitario ni Permiso Publicitario emitido por esta instancia de salud, que respalde su seguridad, calidad y eficacia, y por lo tanto carece de estudios científicos que garanticen el uso que publicita”, señala el comunicado de la Comisión federal.
Además expone claramente la recomendación a la población para que no lo consuma: “se recomienda a la población no adquirir ni consumir este producto ya que pueden generar un riesgo a la salud y en caso de haberlo adquirido o consumido es necesario notificar a la COFEPRIS al teléfono (55) 5080-5249 ó a través de la página electrónica de denuncias: http://www.cofepris.gob.mx/Paginas/Denuncias%20Sanitarias/DenunciasSanitarias.aspx”.
La Comisión también advirtió que para el control de peso es necesario acudir al médico y llevar un control adecuado y profesional, y no automedicarse o consumir los llamados “productos milagro”, pues los efectos pueden ser desconocidos, en virtud de que su elaboración y distribución y por tanto, contenido, son desconocidos por la autoridad competente.