Las pacientes son dos mujeres adultas que residen en el municipio de Jiutepec. Una de ellas viajó a Chiapas –que es la entidad del país al que llegó primero este virus– y se considera que pudo haber contraído allí la enfermedad; la otra persona vive en la zona cercana a la vivienda del denominado “caso índice”, es decir, la primera identificada.

Destacó que los dos casos permanecen en calidad de sospecha, porque presentan todo el cuadro clínico y, de hecho, a las dos mujeres ya se les dio el manejo indicado para ese padecimiento y han reaccionado favorablemente.

No obstante, resta que se dé la confirmación oficial por parte del Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica, al que se enviaron las muestras de sangre para pruebas de laboratorio y demás protocolos que se deben seguir en estos temas.

Incluso las pacientes ya se encuentran en su casa con tratamientos sintomáticos, pues al tratarse de un virus, es lo que corresponde, y sigue el trabajo de observación.

“El objetivo es evitar que otros moscos locales la piquen a ella y luego a otras personas, y entonces se pudiera dar un brote, así que por eso hay cuidados en este aspecto”, abundó la funcionaria.

Vesta Richardson detalló que el segundo caso se detectó porque una vez que se identificó a la primera mujer, se estableció un cerco sanitario (búsqueda intencionada de casos en un perímetro de 200 metros de la casa), con personal de la jurisdicción sanitaria a la que pertenece Jiutepec.

Enfatizó que con estos dos casos sospechosos se refuerza la vigilancia epidemiológica y se dará seguimiento a las acciones de prevención que son iguales a las del dengue, pues la vía de transmisión del Chikungunya es la misma: la picadura de un mosco.

Recordó que una de las acciones fundamentales es eliminar cualquier recipiente que pudiera almacenar agua (hasta una corcholata) en el que el mosco puede depositar sus larvas y reproducirse.

En la zona de residencia de las dos pacientes ya se realizaron labores de nebulización.

La secretaria aseguró que los médicos del sector están preparados para identificar, tratar y reportar cualquier caso de dicho padecimiento, cuya alerta de llegada a este continente se dio hace algunos meses por parte de la Organización Mundial de la Salud.