En este sentido, indicó que las computadoras, los tableros y las baterías, son de las refacciones que más se llevan los delincuentes aprovechando la oscuridad de la noche.
“En el caso de los auto-estéreos, los choferes se los quitan para prevenir la comisión de un delito, sin embargo, estos ya pasaron a segundo plano. Los delincuentes van por las refacciones y se llevan las más caras”, aseveró.
Expresó que este tipo de delitos se dan porque en muchos de los casos los operadores no tienen donde guardar las unidades y las dejan estacionadas en la vía pública. “Muchos de ellos viven en lugares sólidos (sic) y cuando se trata de una privada dejan el vehículo sobre la avenida, lo que hace más factible el robo”, mencionó.
Manifestó que cuando es robada una computadora de una “ruta”, el permisionario tiene que trasladarse a la ciudad de México para adquirir una usada pues no puede tener parada su unidad, ya que le representa mayores pérdidas económicas.