A pesar de que el abogado y activista Miguel Ángel Rosete aconsejó a la mujer desistirse de la travesía, para evitar complicaciones a su estado de salud mermado por el cáncer, la madre de familia dijo estar dispuesta a hacer el sacrificio para que el gobierno federal detenga y castigue a los criminales que privaron de la libertad y de la vida a Alan, así como a los servidores públicos involucrados y que posiblemente entregaron al joven a sus verdugos.
“Sabe qué, yo voy a seguir en mi caminata a llegar allá, voy a seguir adelante aunque estoy enferma y en ello se me vaya la vida. Yo voy a seguir adelante y si usted me quiero acompañar y si no de todos modos voy a seguir con mi caminata para llegar hasta donde sea necesario llegar para que me escuchen”, espetó.
Dijo que han transcurrido tres años del secuestro y muerte de Alan, sin que las autoridades de Morelos, Guerrero y el gobierno federal hayan concluido las investigaciones con la captura y castigo a los responsables.
“No ha habido nada, no han caído los responsables, el caso está muerto, no les interesa y quieren dejarlo en el olvido. Si me voy a morir, por lo menos estoy haciendo el esfuerzo de que me escuchen y se me haga justicia”, recalcó.
Afirmó estar dispuesta a instalarse en plantón frente a la Segob, hasta que sea recibida por altos funcionarios del gobierno federal y de la Procuraduría General de la República para que descongelen el expediente de su hijo.
El padre de Alan, José Alfredo Cerón, sostuvo que los gobiernos de Morelos y del estado de Guerrero ignoraron durante meses el caso y es lamentable que ahora que la familia decidió reiniciar su lucha, que se vio pausada por muchos factores, entre ellos el cáncer diagnosticado a la señora Rosa María Moreno, pretendan fingir que les interesa ayudar.
La pareja, acompañada del litigante y activista, inició la travesía por el acotamiento carretero y prevén arribar a la ciudad de México el miércoles, donde tienen previsto iniciar un platón frente a la Segob.
El abogado Miguel Ángel Rosete recordó que en la PGR está abierta la averiguación previa 242/2012, la que fue integrada con la información que él aportó y que desde entonces evidenciaba la infiltración de las instituciones del crimen organizado en el estado de Guerrero.
“Todos los datos que aportamos, los ministerios públicos que señalamos, toda las diligencias que hicimos, privadas, públicas, se aportaron a las averiguaciones y no tuvimos respuesta. Eso es lo más grave de este asunto, porque nosotros desde ese momento, nosotros señalamos que en Guerrero estaba un estado de putrefacción, vinculadas las autoridades con el crimen organizado y hoy tuvimos como detonante el caso Ayotzinapa, y obviamente sigue sin atenderse, siguen sin resolverse las averiguaciones previas”, subrayó.
Alan Cerón Moreno fue privado de su libertad el 24 de diciembre de 2011 en Cuernavaca y dos días después apareció maniatado, junto con otra persona del sexo femenino, en Chilpancingo, Guerrero.
Policías municipales de la capital guerrerense lo auxiliaron y trasladaron a una agencia del Ministerio Público para que pudiera iniciar su denuncia, pero tras apersonarse ante el agente del MP y comunicarse telefónicamente con su familia, el joven desapareció.
Después un largo calvario y realizar investigaciones por su propia cuenta, el 16 de mayo 2011 la familia y su abogado Miguel Ángel Rosete localizaron en las inmediaciones del Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón” de la Secretaría de Salud en Chilpancingo, Guerrero, el cuerpo de Alan, el cual fue identificado a través de pruebas de ADN.
Desde entonces, los padres del joven han luchado contra la burocracia y sorteado toda clase de amenazas, en busca de que no sólo los criminales que perpetraron el secuestro y homicidio de Alan paguen por el crimen, sino que también se castigue a los ministerios públicos y los policías de la procuraduría de Guerrero que no protegieron a Alan y que probablemente lo entregaron a sus asesinos.