La mayoría de las personas que contraen nupcias en el estado tienen entre 25 y 30 años de edad y alrededor del 40% de las uniones corresponden a personas que residen en otros estados y sólo vienen a Morelos a casarse.
El funcionario recordó que no se ha concretado la reforma legal y, por lo tanto, aquí en Morelos sólo se puede celebrar el matrimonio entre personas del mismo sexo, por esa vía.
El año pasado, detalló que se casaron seis parejas, pero todas obtuvieron la protección de la justicia federal. Dijo que el Registro Civil está listo para que en el momento en el que el Congreso local decida legalizar la unión entre personas del mismo sexo, se cumpla de inmediato. “Los cambios en el sistema se harían rápidamente”, abundó.
En cuanto a la resignación sexo genérica (es decir que una persona nace con un sexo y posteriormente cambia su aspecto físico y obtiene mediante autorización oficial nueva identidad, cambio de nombre y sexo en su acta y demás documentos oficiales), el directivo indicó que hubo tres procedimientos, pero con orden judicial del Distrito Federal. Aquí en el estado no se ha llevado a cabo ninguno de éstos casos o no fueron procedentes. En los tres casos eran hombres y adquirieron la identidad femenina mediante el proceso tramitado en el Distrito Federal y se notificó para su registro, uno en Cuernavaca y dos en Cuautla.
Explicó que anteriormente era necesario un juicio para el cambio de identidad sexo genérica, pero con las reformas recientes en la Ciudad de México, ahora sólo implica un procedimiento jurídico, se presenta una solicitud al Registro Civil, se hace una valoración y se otorga la resolución para que cualquier persona pueda hacer su nuevo registro en cualquier otro estado del país con su nuevo nombre e identidad.
En otro orden, el director del Registro Civil comentó que en Morelos el año pasado se celebraron entre 10 mil y 12 mil bodas. Esto significa que el número de matrimonios ha aumentado, pero explicó que esto se debe a que muchas personas vienen de otras entidades, como el Estado de México, Puebla, la Ciudad de México o Hidalgo, entre otras, a casarse aquí, ya sea por el buen clima o por los lugares que son promocionados para tal efecto.
En contraparte, los divorcios no han aumentado. Estimó que sólo entre el 20 y el 25% de los matrimonios que se celebran terminan por disolverse. “Regularmente las personas que contraen matrimonio son personas de 25 a 30 años de edad, personas maduras, realizadas”, explicó al recordar que el año pasado el Congreso prohibió los matrimonios entre menores de edad.