Mientras las autoridades confirmaban que no ha sido localizado el menor que se fugó del Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA); en el Servicio Médico Forense (Semefo) se realizaba el levantamiento del cadáver de un preso que se quitó la vida en el penal de Atlacholoaya.
A casi 72 horas de la fuga, las autoridades penitenciarias no habían logrado ubicar el paradero del adolescente de 17 años que la mañana del lunes saltó la barda perimetral del CEMPLA y logró escabullirse por la maleza de los predios baldíos que rodean el centro de internamiento, sin que los custodios (quienes no portan ni armas ni toletes) pudieran darle alcance.
Aun cuando el coordinador estatal de reinserción social Lucio Hernández confiaba en dar pronto con el paradero, hasta el momento no hay rastro de este joven, quien se encontraba en el CEMPLA desde julio de 2015, mientras se enfrentaba su proceso penal por el presunto delito de violación.
Por otra parte, un interno que se encontraba recluido en el penal de Atlacholoaya desde el 5 de marzo por el presunto delito de abuso sexual, se quitó la vida en los sanitarios del área de ingreso.
El interno, identificado como Adolfo García Barona, se colgó con una venda sin que aparentemente el personal de seguridad y custodia se percatara. Tras percatarse del suicidio, se dio parte a la Fiscalía General de Justicia para que el Servicio Médico Forense acudiera al centro penitenciario a hacer el levantamiento del cadáver.