Entre bromas con los proveedores y “diableros”, escoge las mejores frutas, verduras y legumbres para llevarlas hasta la “Frutería Nieto”, en la colonia Mártires del Río Blanco. Sus marchantes lo esperan desde la mañana:
“Vendes cosas de calidad y tratas bien a las personas, eso es lo que ellos buscan, por eso regresan, saben que tú estás pensando en llevarles cosas buenas, saludables para ellos y sus hijos”.
El “Siete Venados”, como le apodan a Guillermo, no ha descansado de trabajar, excepto cuando estuvo enfermo algunos meses: su familia no lo dejó ir al negocio pero él sí quería seguir laborando o al menos viendo.
Cuñadas, esposa, hijos, todos trabajan en la frutería: “Aquí andan algunos de mis nietos, también ayudando y jugando, porque el trabajo se debe enseñar desde pequeños, es el ejemplo que están viendo y eso harán cuando sean grandes, así van a ser hombres de bien, honrados y trabajadores, eso es lo que ven”.