Jojutla.- El ayuntamiento local propuso a los comerciantes que desde hace unos años se instalaron en las inmediaciones de la biblioteca de este lugar –y que ya se conocen como “de los bazares”- que se reubicarán en un salón cercano particular, aunque deberán pagar renta, de lo contrario, serán desalojados.
La mañana de ayer, un grupo de comerciantes llegó a la presidencia municipal, preocupado porque el ayuntamiento les giró un documento, en el que les advertía que si este sábado no desalojaban los sitios públicos, serían retirados por la fuerza pública.
Los comerciantes argumentaron que desde hace tres años ocupan el lugar los martes, jueves y sábados, para vender artículos usados y “no dañan a nadie”.
“Somos alrededor de 50 mujeres que vendemos atrás de la biblioteca y el ayuntamiento nos pide que nos retiremos pero no nos da alternativas”, expuso Mariana Baltazar Téllez.
Dialogaron con el subsecretario de gobierno Efraín Castro y después con el secretario y el director de licencias de funcionamiento Alberto Salgado Pérez.
Al terminar la reunión, Salgado Pérez reseñó que el gobierno ve bien la vendimia, porque “desenvuelve (sic) el desarrollo económico en todos los sentidos”, además de que la mayoría de ellas son amas de casa o mamás solteras.
Sin embargo, señaló que existen ya quejas de la sociedad por el crecimiento de esa actividad, que además les corresponde ordenar.
“La queja es que existe el riesgo latente de que hay mucha gente en esas calles, que son muy angostas, en la periferia de la biblioteca”.
Dijo que ya desde hace algunos meses están en pláticas con estas personas y han conseguido que la mayoría de ellas se establezcan en algún local, pero existen alrededor de 40 a 60 que siguen atrás y al frente de la biblioteca.
Señaló que ya hablaron con el dueño de un salón cercano, para que los comerciantes se instalen ahí, de lo contrario, los van a retirar.
Para ello, comentó que les dieron dos semanas más para que se reubiquen. “Vamos a estar con ellas buscando inmuebles y el sábado 17 de junio ya no vamos a permitir que haya ninguna (en la calle)”.
Por su parte, a nombre de los comerciantes, Rosa Blanca Jiménez dijo que no están de acuerdo con la propuesta del gobierno.
Señaló que en el salón que propone el gobierno les cobran 55 pesos por metro cuadrado, además de que el propietario las trata mal, además de que ellos ya acreditaron el lugar donde venden.
“Nosotras vamos a buscar un lugar alterno, estamos viendo que sea dentro del área conocida por nuestra clientela. En el momento que el ayuntamiento diga todos afuera de la biblioteca, nosotras nos vamos a retirar”, dijo.
No obstante, manifestó que mantendrán la lucha por permanecer en el sitio y buscarán una audiencia con el alcalde.