A casi siete meses del terremoto.
Jojutla.- La presencia de decenas de trabajadores de la construcción da cuenta del avance en la reedificación de viviendas en la colonia Zapata de Jojutla.
A casi siete meses de la fatídica fecha en la que la colonia se convirtió en la llamada “zona cero”, por la gran destrucción que causó el terremoto, aunque con dificultades, los vecinos ya están en plena etapa de reconstrucción.
Ya las casas no serán iguales. Algunos perderán metros de construcción y otros los ganarán. Casas donde habitaban más de una familia también tendrán que acomodarse a las nuevas condiciones.
La señora Filiberta Montes de Oca Román, vecina de la calle 18 de Marzo, quien dijo que tiene a dos personas enfermas, reconoció que no le alcanzará el dinero para terminar el piso.
“El dinero no me alcanzó, tuve que pedir un préstamo con un familiar. Me falta aplanar las paredes y echar el piso. Yo quisiera terminarlo para que se regresen mis dos enfermos y no estén en la tierra, pero no puedo hacer otra cosa”, dijo.
La señora Marta Patricia Salgado Guadarrama, vecina de la calle 10 de Abril, dijo que está preocupada porque se acerca la temporada de lluvias y sigue viviendo en una carpa mientras se construye su casa, y teme que sus pertenencias se puedan a mojar cuando empiece a llover.
Coincidió en que no les alcanzará para terminar la casa, porque los materiales de construcción “subieron demasiado” y le faltan muchos detalles.
Otros vecinos, como José Rodríguez, de la misma calle, dijeron que ya están superando el trauma psicológico que les provocó el sismo y ahora están dedicados a la reconstrucción. En su caso particular, recibió el apoyo generoso de un arquitecto.
La señora Dulce María Laiz Miranda, habitante de la misma calle, a quien una fundación le está construyendo su vivienda, dijo que ya están viendo los resultados de la ayuda, aunque lamentó que la ciudad “todavía sigue mal”.
Reconoció que su nueva casa estará mejor que como la tenían, de dos plantas, gracias a una fundación.
Finalmente, la señora Sara García Porcayo resaltó que tuvo que hacer mucho trámite administrativo para que por fin le construyeran su casa a través de una fundación y lamentó que se avance lentamente.
En esta colonia, se estima que más de 150 casas se vinieron abajo y hubo por lo menos cuatro personas muertas.