Es usado para riego y recreación; sospechan que fue el sismo.
Jojutla.- Posiblemente debido al terremoto del 19 de septiembre 2017, el ojo de agua “El Regadío”, que se utiliza para recreación y regar tierras de cultivo, redujo significativamente su volumen, afectando a los productores agrícolas.
El ejidatario José Alonso narró que desde hace muchos años el manantial tiene por lo menos siete veneros que fueron aprovechados para regar parcelas y, desde hace por lo menos 20 años, también para la recreación como balneario rústico.
Dijo que, de pronto, el manantial redujo su volumen y presión, ocasionando que ya no se llene la alberca que construyeron para que se estancara; en consecuencia, no alcanza el volumen para conducirlo a las tierras de cultivo, de aproximadamente 50 ejidatarios.
Consideró que la situación pudo deberse al sismo de 2017, pero no están seguros y ya solicitaron la intervención de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para realizar un estudio técnico. Mientras tanto, por la falta de agua, no se llena la alberca y no hay gasto suficiente que escurra por los canales hasta los cultivos.
“Rascamos a los veneros para ver si era posible que se hubieran tapado, pero no dio resultado; después barrenamos los veneros, con la finalidad de rescatarlos, pero tampoco. Pensamos que algunos se taparon, pero no sabemos”, explicó.
José Alonso refirió que la alberca que se construyó alrededor del manantial es de aproximadamente tres metros de profundidad y sólo alcanza a subir poco más de la mitad, no se llena, y el agua no sale por un tubo que la lleva a un canal.
Dijo que como balneario, la llegada de visitantes se redujo dramáticamente, y aunque sigue saliendo agua, se esparció el rumor que se había secado. Asimismo, como recurso para riego, el uso más importante, no alcanza a fluir el volumen suficiente.