Jojutla.- Aunque con más tradición que convicción sobre su significado, este año la oferta y demanda de la flor de pericón se mantuvo, para proteger viviendas, cultivos y hasta vehículos automotores “de la presencia del diablo”.
Y es que la tradición católica señala que este 29 de septiembre, Día de San Miguel, “se libera al diablo”, que intentará meterse a las casas y para evitarlo nada más efectivo que las cruces formadas con esta flor.
Pero muchos siguen en esta práctica más por tradición que por temor al maligno.
“Se colocan para que no entre el diablo en la casa. Las ponemos en la puerta, en las ventanas y en las cuatro esquinas de la milpa; es la creencia de la gente, la ponemos en octubre (sic)”, dijo Gildardo Rodríguez.
“Yo tengo 61 años y desde los 14 me di cuenta de que mi mamá las ponía, y desde entonces las sigo poniendo, porque este 29 de septiembre va a estar suelto el diablo y la cruz es para protegernos”, apuntó otra señora, que reconoció que no ha pasado nada malo por no ponerlo.
Zulma comentó que colocan la flor para el día 29, Día de “San Miguel 30”, ya por tradición.
“A mí me encargaron que las pusiera. Yo apenas la comencé a poner el año pasado, porque me dijo mi mamá”, apuntó la señora Violeta, de Jojutla.
Esta práctica, tiene aspectos de tradición, economía y religión.
Francisco Catalán tiene décadas comerciando con ella. Comenzó su abuelo y dice que afortunadamente las ventas se han mantenido en los últimos años, aunque no le pueden subir mucho, porque si lo hacen, la gente no la compra.
Hay ramos de cinco, ocho y diez pesos.
Reconoció que “realmente, el diablo no anda suelto, ni mucho menos, pero quedó ya como una tradición”.
Destacó que -además- una infusión de flor de pericón es muy buen remedio para la inflamación del estómago.