La mañana de este domingo, decenas de habitantes de la colonia colocaron un candado más y pararon la obra que se construía por particulares en el perímetro de la capilla, tras destacar que el sacerdote se tomó atribuciones y dispuso del espacio de la capilla y lo dio a particulares, quienes comenzaron ya a realizar trabajos.
“Desde hace dos meses llegó un sacerdote, que formó su comité y está dando o vendiendo el terreno de la capilla, cuando él no ha apoyado para los trabajos, además de que el predio es de la comunidad católica y no lo tiene que regalar o dar o vender a quien él quiera sin tomar en cuenta a la comunidad”, dijo Miguel Rodríguez.
Por ello, el grupo de católicos que colocó un candado más en la capilla este domingo, dijo que el párroco está dividiendo a la comunidad e incluso ya había iniciado la obra. “El párroco está dividiendo a la colonia, por ello pedimos que se respeten nuestros derechos; el terreno es parte del patrimonio de la colonia, de la Iglesia católica, al que se lo están dando a una persona que no carece de recursos, sino a personas que ambicionan tener más, como es el señor Ceferino Escobedo”, dijeron.
Así, responsabilizaron al párroco de Miacatlán, de quien dijeron se llama Jesús, de lo que suceda en la colonia. “Es un predio de mil 67 metros cuadrados que se donó en 1993 por Jesús y María Guadalupe Domínguez Flores; por lo que insisten en que se respeten los metros que se donaron para esta obra. Se trata de un problema de la comunidad, el cual debe de arreglarse dentro. Por el momento ya se levantó un acta ante la sindicatura del municipio”, dijeron los manifestantes.
Así, hicieron el llamado a la Diócesis de Cuernavaca para que intervenga y sobre todo, cambie a esta persona que llegó a desestabilizar a la comunidad católica.
Por su parte, versiones de los seguidores del párroco mencionaron que esta decisión de vender parte del predio es con el objetivo de mejorar la capilla, la cual requiere de muchas necesidades para que se lleven a cabo las celebraciones debidas.
Mientras tanto, desde hace ya casi un mes se canceló toda celebración en la capilla de dicha colonia, ante la falta de acuerdos entre el sacerdote y sus seguidores y los creyentes inconformes.