Un joven asegura que tras un enfrentamiento verbal con dos hombres, fue golpeado, torturado y acusado de hechos que no cometió.
Jojutla.- Un ciudadano denunció que la Policía municipal de Zacatepec lo acusó sin fundamento y lo torturó para que confesara que le quería hacer daño a un presunto funcionario de esa localidad.
José Eduardo Mendoza Campos, vecino de Mazatepec, explicó que el pasado primero de abril se dirigía al panteón de Galeana, caminando por el arroyo, cuando una camioneta gris le hizo indicaciones de que se fuera a la banqueta. El hombre reconoció que se molestó y les respondió que no lo haría y que tenía espacio para pasar.
Aseguró que al emparejársele la camioneta, los dos hombres que iban a bordo de ella, sacaron armas de fuego y lo encañonaron, ante lo cual, él les respondió con altisonancias (sic) e incluso reconoció que los retó a que le dispararan o se bajaran del vehículo para enfrentarse a golpes.
Los tripulantes se fueron entonces del lugar.
Más adelante, se encontró con una patrulla, a la que se acercó para denunciar a los hombres armados, pero en lugar de atenderlo, enseguida los elementos lo sometieron y se lo llevaron a “Torre 31” (el cuartel de Policía).
Reconoció que también se defendió a golpes, pero fue esposado y comenzó a ser golpeado. Al llegar a la comandancia, lo torturaron, pues le pusieron una bolsa en la cabeza y lo golpearon, acusándolo de que quería hacer daño a uno de los hombres de la camioneta referida y le exigían saber quién o quiénes lo había mandado.
“Me acusaban de haber amenazado de muerte y atentar contra la familia de un funcionario público. La Policía me golpeó, fui torturado, me ponían una bolsa en la cabeza y me daban nombres para que yo dijera si ellos me habían mandado”.
Destacó que durante ese interrogatorio estuvo presente un civil, que no era mando ni parte del cuerpo de seguridad pública.
Dijo que de ahí fue llevado al ministerio público, acusado de delitos contra la salud (asegura que le “sembraron” bolsitas de cocaína y un cuchillo) y amenazas.
Aseguró que no conoce a las personas que lo acusan, e incluso nunca las había visto antes.
Reconoció que todo se debió a que por su temperamento, respondió a lo que le dijeron los hombres de la camioneta, y ahora le han descompuesto su vida, pues por lo pronto, no puede trabajar y tiene que enfrentar esta situación de manera legal, por lo que ahora iniciará un proceso en contra de la Policía y quien resulte responsable, para que responda por sus actos y no haga lo mismo en contra de otros ciudadanos.
Por su parte, su abogado, Roberto Carlos Brito Uroza, refirió que tras ser puesto a disposición, se realizó ya la primera audiencia de control, el pasado tres de abril, en donde se determinó que el indiciado siguiera el proceso en libertad bajo ciertas medidas cautelares, como no acercarse a quienes lo acusaron.
Este martes siete de abril, se realizará la audiencia de vinculación a proceso para determinar su situación jurídica.
Dijo que también ya se inició la denuncia en contra de los policías municipales que incurrieron en maltrato y tortura, y en contra de quien resulte responsable.