De manera anónima, los custodios declararon ante esta redacción su inconformidad por la falta de seguridad hacia su persona, ya que sin la dotación de las herramientas básicas para el desempeño de sus labores los mandan (desarmados) a las diligencias con los menores infractores, a la ciudad de Cuernavaca; incluso algunos de ellos han sido castigados por el jefe de custodios, Armando Mendoza, por negarse a salir a trabajar sin armas, porque no quieren exponer su vida saliendo sin equipo.
Mencionaron que en el CEMPLA la mayor parte de la población está por homicidio; hay una población de 80 personas (70 hombres y 10 mujeres), de las que el 60 por ciento está por delitos graves, varios de ellos relacionados por estar ligados al crimen organizado. “A los jóvenes, cuando van a Cuernavaca a declarar, los llevan al Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (TUJA), pero el custodio va sin armamento y sólo esposado el infractor”, comentaron.
Comentaron que en el CEMPLA son 14 custodios por turno que trabajan de 24 por 48 horas, los que no cuentan con las herramientas necesarias para desempeñar su trabajo sin que el director de ese centro, Samuel Su Robles, dé información al respecto, o bien, se comprometa a resolver la problemática.
Por ello hicieron el llamado al director de Reclusorios, Jesús Pérez Abarca, para que atienda la situación, ya que está en riesgo su integridad física en caso de algún ataque o algún motín, debido a que dentro del centro hay adolescentes de peligrosidad como “El Ponchis”.
Asimismo, los custodios comentaron que hace algunos meses hubo un motín de reos, donde quemaron colchonetas, lámparas; por ello incluso tuvieron que pedir apoyo a la Policía Estatal y a granaderos para poder controlar a los internos, a quienes se les encontraron navajas. En este mismo sentido, uno de los celadores ya fue golpeado por los mismos internos, dijeron.