Poco a poco han ido abandonando los nombres tradicionales.
Jojutla.- La costumbre de poner a los hijos los nombres que aparecen en el santoral ha quedado en el pasado. Ahora la población utiliza los nombres de personajes famosos, extranjeros o incluso inventados.
Aunque los padres de familia le pueden poner el nombre que quieran a sus hijos, la recomendación es que sepan qué significa y cómo se escribe, así como valorar si no le traerá problemas al niño o niña a mediano o largo plazo.
El oficial del Registro Civil 01 de Jojutla, Heriberto Castrejón Rivera, señaló que durante 2019 se contabilizaron 724 actas de nacimiento, de las cuales el nombre más repetido para las niñas fue Jimena o Ximena (24 veces), seguido de Sofía (13 veces).
En cuanto a los varones, Gael fue el más recurrente, seguido de Dilan o Dylan.
Refirió que está disminuyendo la práctica de ponerles nombres bíblicos a los niños y niñas. El año pasado sólo dos bebés fueron registrados con el nombre de Juan; entre cuatro y cinco, con el de José, y el que mayor recurrencia tuvo fue el de Jesús, con 13 ocasiones.
Otro nombre muy utilizado en 2019 fue Zoé, utilizado tanto para niñas como para niños.
“En el Registro Civil si encontramos que un nombre es raro, se le dice a los padres que ese nombre podría causarle problemas al niño o la niña en cuanto a su escritura, por lo que se les recomienda que le ponga un nombre que sea sencillo de escribir y que no le cause perjuicio”, señaló Castrejón Rivera.
Puso como ejemplo el caso de una niña de nombre Analia, cuyos padres recurrieron al amparo para cambiarle el nombre porque estaba siendo objeto de acoso escolar.
En otro caso, a una niña le pusieron Quetzalcóatl.
Se han encontrado también con nombres como Phoebe, Ma. (en lugar de María), Jaqueline o Jaquelyn, Marivel por Maribel, etcétera.
“La gente usa también ahora nombres como Zahorí, Acane, Irioshi, etcétera… Busca nombres nórdicos y japoneses”, detalló.
Asimismo, el funcionario advirtió que los considerados “diminutivos” no están permitidos, como Gabi o Lupita, ni tampoco los que pudieran considerarse un apodo en México, ni nombres con números romanos, como Carlos V.
Dijo que la estadística de este año todavía no la tienen, pero consideró que la tendencia no cambiará, pues la gente está dejando de utilizar los nombres tradicionales en busca de “originalidad”.