Enrique Peralta Lome, vocal del consejo de administración de arroceros de la región sur, admitió que el bajo precio en relación con otros cultivos, podría hacer que disminuya la superficie sembrada.
“Hay cierta incertidumbre en cuanto al precio del arroz, que estuvo a la baja el ciclo pasado. Ahorita no sabemos en realidad qué superficie se va a plantar. Desgraciadamente, lo que nos afecta son los precios internacionales y la indiscriminada entrada de arroces americanos a precios hasta ‘dumping’ que se venden aquí en México. Existe poco circulante y no hay empleo, no hay trabajo; entonces, la gente va a comprar lo más barato, aunque de mala calidad, y nuestro producto es de buena calidad (pero de mayor precio).”
Comentó que a estas fechas se debía conocer a los productores que se van a dedicar al cultivo, pero a la fecha, no han solicitado la semilla.
“Como existen algunas tierras con caña que van a cambiar de cultivo, es hasta que nos lo dicen cuando sabemos en sí la totalidad de la superficie; pero el año pasado, a estas alturas, ya estaban solicitando semilla.”
Refirió que otro problema es la mano de obra, que cada vez es más escasa. “Mucha gente ya no quiere ir a trabajar al campo, se va a la ciudad o de bracero; eso encarece la mano de obra y por eso que el cultivo sale más caro.”
El año pasado, prosiguió, se acopiaron mil 136 toneladas y se pagó en el molino San José de Jojutla, a 3.75 pesos el kilogramo, más 25 centavos que dio el gobierno del estado, con lo que cerramos a cuatro pesos por kilogramo.
“Hace como mes y medio el precio de los granos básicos tendía a la baja; no sabemos cómo se vaya a comportar más adelante.”
Reconoció que las cañas, por su mejor precio por tonelada (casi 800 pesos), es la opción que están buscando los agricultores.
“Si los precios siguen a la baja y la mano de obra está cara, es difícil pensar que vayamos a tener más cultivo, más superficie. Desgraciadamente, el productor siempre ve su conveniencia y también desgraciadamente, hay algunos campos en los que no se puede producir la caña de azúcar, como por ejemplo en algunos campos de Mazatepec, porque son tierras my fangosas.”
Finalmente, comentó que tienen alrededor de mil 300 toneladas en bodega que están viendo la manera de comercializar. “Junto con el gobierno del estado y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, estamos viendo de qué manera se puede ya sacar la producción, además de que nosotros estamos viendo por otro lado, por medio de la directiva, otras personas morales que nos puedan comprar el producto y aquí mismo (en el molino) se vende al público.”