González Bejarano destacó que se trata de un tema que está dentro de la agenda nacional y se está trabajando de manera coordinada entre las secretarías de Salud y Educación, así como el IEBEM (Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos), para aplicar medidas. Sin embargo, enfatizó que es de todos sabido que la obesidad es un factor de riesgo, tema en el que las Asociaciones de padres de familias y los padres en general juegan un factor importante.
Mencionó que dentro de los programas implementados para combatir estos problemas de salud infantil que a futuro se previenen enfermedades crónico-degenerativas, se encuentran el control de peso y talla, con encuestas a los niños, además de la eliminación de la “comida chatarra” dentro de las escuelas.
Sin embargo, dijo que el problema no reside al 100 por ciento en la escuela ni en las instituciones públicas, sino en el hogar, donde los papás juegan un factor fundamental en los alimentos que consumen sus hijos.
“La sociedad tiene que empezar a involucrarse y con ello vigilar los hábitos alimenticios sus hijos y contribuir a que en la casa no coman toda esta ‘comida chatarra’; de lo contrario, los esfuerzos que se hagan por parte de las instituciones públicas no serán suficiente”, acotó.
Por ello, dijo que niños de tres a cuatro niños pueden tener algún grado de obesidad o sobrepeso, destacando con ello que el combate a la obesidad va a ser un factor que permita controlar diabetes, hipertensión, alteraciones al colesterol, triglicéridos, ya que son sustancias, compuestos químicos que obstruyen las arterias y que complican el proceso circulatorio, que llevan a infartos y accidentes basculares y se traduce en diabetes.