Especialistas lo consideran inadecuado.
Jojutla.- Con recursos provenientes de un donativo bancario, la Fundación Hogares rehabilitará los lavaderos públicos de la Alameda, los sanitarios y construirá una terraza, un área comercial y una techumbre.
La supervisora de la obra, Ruth Cantera, comentó que retirarán un par de lavaderos por bloque para hacerle un arriate al árbol que ahí se encuentra; se rehabilitarán los baños; se demolerá parte de la construcción para edificar un área comercial. En la parte superior se instalará una terraza de usos múltiples.
Dijo que mantendrán los lavaderos como el símbolo que representan para la ciudad, que podrían ser funcionales, si se consiguieran abasto de agua. Interrogada acerca de si se verterán las aguas jabonosas al río, respondió que se instalará una trampa de arena, antes de ser descargadas.
La obra comenzó este martes y se tiene previsto terminarla en tres meses (el 30 de agosto).
En el lugar existe un monumento con una cruz que –dijo– no se va a tocar.
Por su parte, el integrante de la Sociedad para el Patrimonio Cultural del estado Jesús Zavaleta comentó que los lavaderos son emblemáticos en el municipio, ya que datan por lo menos de los años 30 del siglo pasado.
Sin embargo, con la introducción del agua potable en la localidad quedaron en desuso, a finales de la década de los 70; más aún, cuando el agua que los alimentaba, y que provenía de la Alameda, dejó de manar en los años 90.
Zavaleta reconoció que si bien es importante rescatar el patrimonio histórico, consideró que será una mala inversión, ya que se trata de hacer sólo un espacio decorativo. Además, se necesitarán recursos para mantenimiento de los baños y la terraza.
Opinó que lo adecuado sería recuperar los manantiales de la Alameda o el pozo que se perforó a principios del siglo XX en el jardín Ricardo Sánchez.
Por su parte, el operador turístico Moisés Cruz Arredondo apuntó que los lavaderos no están arraigados en toda la sociedad. Coincidió en que no vale la pena invertirle para hacerlo ornamental, sino convendría darle un uso más utilitario. “Podría instalarse ahí una unidad informativa, venta de artesanías, una parada del tranvía turístico, etcétera”, opinó.
Consideró que ya no son necesarios los baños, pues enfrente está el santuario del Señor de Tula, que también tiene sanitarios.
