La gente sigue la tradición en Jojutla.
Jojutla.- Desde los 20 años de edad, Francisco Catalán comenzó a vender flor de pericón en este municipio, instruido por sus padres. Ahora tiene 57 años y dice que la flor se sigue vendiendo igual que como cuando comenzó.
Ubicado frente al mercado “Benito Juárez” y apoyado ahora por sus hijos y un yerno, a quienes les enseña el negocio, Francisco dijo que viene desde el municipio de Tepalcingo a vender la flor que él mismo cultiva, a la par de la que se utiliza para los Días de Muertos, que también ya se avecinan.
Llega desde el 25 de septiembre a Jojutla y la vende suelta o en cruces. La venta termina el 29 de septiembre, día en que –se dice– se suelta el diablo y las flores en forma de cruz protegen a la gente. Para ello se colocan en negocios, en casas, en vehículos e incluso en los campos de cultivo para protegerlos del mal.
Aunque Francisco señala que la flor no sólo sirve para hacer escudos en forma de cruces para evitar el mal, sino que también se utiliza como un efectivo remedio para enfermedades del estómago. Para curar una inflamación, para fomentos, como té; sirve para combatir el insomnio y los calambres y hasta para los elotes hervidos.
Dice que la flor se da sólo una vez al año y cuando la cosecha es buena, que no le caiga plaga, trae a vender a Jojutla hasta 60 ayates (un ayate tiene aproximadamente 60 kilogramos).
Aseguró que a la fecha se sigue vendiendo igual desde que comenzó a comercializarla, la demanda no ha mermado.
“Todo ha subido, pero vendemos desde tres, cinco pesos, pero para sacar los gastos, debemos vender los manojos de a 12-15 pesos”, señaló.
También el piso sube de precio. Este año tuvo que pagar 150 pesos de piso a las autoridades. “Pero sí sale la venta”, reconoce.
En cuanto a la competencia, mencionó que vienen de Tepoztlán y otros municipios y todos venden.