Investigador aclara que no inició en 1724.
Jojutla.- Aunque el Ayuntamiento local consideró que la recién concluida Feria de Año Nuevo data de 1724 y celebró su edición 298 en este 2022, el historiador local Moisés Cruz Arredondo aclaró que en realidad se realiza desde 1848, por lo que lleva apenas 174 años.
El especialista precisó que si bien la aparición del Señor de Tula (en cuyo honor se creó la feria) este año cumplirá 300 años, la venta comercial como tal no se realizó al mismo tiempo.
De hecho, destacó que para quitarle el sentido religioso y hacerla netamente comercial, el primer presidente de Jojutla, Ricardo Sánchez, la trasladó del 14 de septiembre (fecha de la aparición del Señor de Tula) al primero de enero de cada año, con el pretexto de que en septiembre los pobladores “se distraían en la cosecha del arroz”.
Comentó que de hecho la romería –que derivó en la feria– se dio de manera natural, pues con la llegada del Cristo del Señor de Tula a Jojutla, este lugar comenzó a recibir peregrinaciones y la visita de muchas personas de fuera, muchos de ellos artesanos, que traían la mercancía que elaboraban para intercambiarla y financiar así su estancia.
Jojutla apenas era una villa, perteneciente al Estado de México, por lo que la feria de entonces, en septiembre, se limitaba al perímetro de la iglesia de San Miguel y había unos cuantos jaripeos, dijo.
Fue ya en 1848 cuando por decreto del entonces gobernador del Estado de México (al que pertenecía entonces) se autoriza a Jojutla realizar una feria comercial.
“El gobernador publica el permiso dado a la villa de Jojutla para que, a partir del 1 al 8 de enero, se realice la actividad y se le exime de algunos impuestos, para que el Ayuntamiento de Jojutla los cobre”, detalló.
Cruz Arredondo dijo que a partir de 1848 comienza la feria comercial y todo lo que la acompaña, que se volvió tradicional, y que este 2022 cumplió 174 años.
De hecho, aseguró que efectivamente perdió su esencia religiosa y se volvió netamente comercial y no fue sino hasta finales de la década de los años 90 cuando las autoridades municipales en turno le devolvieron el origen que tuvo, celebrando al Señor de Tula.