El diputado local Fidel Demédecis Hidalgo, responsable de la comisión de Justicia y Derechos Humanos en el Congreso, dio a conocer que en el mes de febrero de este año concluyó la aportación de pruebas ante la citada dependencia y ahora esperan una resolución.
“Esperamos que la ciudadana presidenta de la Comisión emita las recomendaciones que ella considere pertinentes. Le hemos estado dando seguimiento a ese asunto, no puede haber impunidad ni en ése ni en ningún otro caso, y si Ennio (Pérez Amador) cometió anomalías desde la visión de la Comisión de Derechos Humanos, a partir de las declaraciones que incluso hice como testigo, bueno… pues Ennio tendrá que ser sancionado”, afirmó.
Subrayó que deberá haber una resolución en un sentido u otro. “Yo no puedo decir si va a ser absolutoria o condenatoria; lo que sí puedo decir es que la Comisión está trabajando y ahora que presentó su informe, señaló que esa queja está en curso.”
Yo espero, prosiguió, que en estos días se dé la resolución. Lo que pasa es que la Comisión tiene mucho trabajo; tiene poco personal.
El legislador comentó que en función de la resolución, podría generarse una acción penal. “De los compromisos que hemos hecho con la CEDH, primero es que, si algún funcionario del nivel que sea, se niega a acatar la recomendación, entonces lo llamaremos al Congreso y de lo que diga la Comisión se pueden desprender responsabilidades penales.”
En cuanto a los recientes hechos en Santa Rosa, también municipio de Tlaltizapán, en donde un policía asesinó a un mototaxista durante un operativo, Demédicis advirtió que ése fue un asunto diferente, sin embargo, podría también ser tomado en cuenta como un ejemplo de la conducta de los policías.
A principios del mes de enero del año pasado, Mario Bustamante Martínez y su hermana Verónica afirmaron que la Policía de Tlaltizapán incurrió en abuso de autoridad, tortura e incluso violación por órdenes del presidente municipal Ennio Pérez Amador.
El hombre afectado declaró entonces que, entre otras cosas, trataron de ahorcarlo, lo golpearon y lo lastimaron con un palo de escoba, además mantenerlo vendado de los ojos, desnudo e hincado, con amenazas de que iban a acabar con su familia.