Miacatlán.- La zona arqueológica de Xochicalco, cumplió 23 años de haber sido inscrita dentro de la lista del Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).  

Las autoridades del lugar destacaron que Xochicalco es la urbe mesoamericana con una mayor densidad de construcciones por metro cuadrado y son de especial interés los relieves esculpidos en los lados de algunos edificios. 

Cuenta con diferentes monumentos, como el templo de la Serpiente Emplumada, que tiene finas y estilizadas representaciones de la deidad, en un estilo que incluye una aparente influencia teotihuacana y maya.

El principal atractivo del sitio arqueológico es la pirámide de la serpiente emplumada. Así mismo, hay un notable observatorio dentro de una cueva con escalones labrados hacia el interior, donde en el equinoccio los rayos solares la iluminan, creando un haz de luz extremadamente brillante.

Fuera de este día y de la hora cenital, el rayo de luz posee un punto de enfoque de aproximadamente cincuenta centímetros del piso. Si el observador disminuye la distancia del punto de enfoque de la sombra al acercar, por ejemplo, la mano al suelo, se crea un fenómeno óptico que difumina el haz hacia los lados creando en el suelo una sombra difusa con más luz al centro del objeto dando el aspecto radiopaco de los huesos de los dedos y brazos como si se tratase de una radiografía, aunque esto es solo una ilusión óptica.

Los otros monumentos en el sitio son: los templos piramidales, palacios, tres juegos de pelota, temazcales y una inusual fila de altares circulares. También hay algunas estelas esculpidas con los nombres y escenas de tres reyes de Xochicalco. Algunas estelas han sido removidas de sus lugares originales y ahora se exhiben el Museo Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México o en el museo de sitio.

La zona arqueológica de Xochicalco fue inscrita el 4 de diciembre de 1999 en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, por su valor universal excepcional. Esta cuidad fortificada del periodo epiclásico es un ejemplo de la conservación y el trabajo de mantenimiento habilitado para que los mexicanos y extranjeros puedan conocer más del legado de nuestros antepasados.