A pesar de la crisis, sismo y pandemia, artesano no ha abandonado su actividad.
Jojutla.- Cuando vivía en Tlaquiltenango, Antonio Chávez Maldonado tenía una comparsa de chinelos y no se imaginaba que, años después, iba a vivir de crear esas figuras artesanalmente.
Don Antonio vive actualmente en Jojutla y participa de la “Expo Nacional de Artesanos y Mercadito Renacer”, que se realiza en el zócalo de la ciudad de Jojutla.
Decidió dedicarse a la elaboración de esta artesanía desde hace 25 años debido a su gusto por el brinco del chinelo, por la identidad que les da a los morelenses y para mantener la tradición.
Los hace para escritorio, como portaplumas y de diferentes tamaños y materiales, incluso trajes completos para personas.
“Es muy llamativo porque nos representa como estado. Con la simple mascarita ya dicen: ‘Éstos son de Morelos’. Esto nos representa como estado”.
Reseñó que como consecuencia del sismo del 19 de septiembre de 2017 tuvo que recurrir al trueque para sobrevivir, intercambiar mercancías con otros artesanos, y luego se vino la pandemia y se dedicó a hacer cubrebocas, con las mismas herramientas que ya tenía, para superar esa situación.
A raíz que se declaró el fin de la emergencia sanitaria, las ventas han mejorado, principalmente en la temporada de carnavales. Poco a poco ha ido superando la situación económica y por lo menos le da para vivir a él y a su esposa. Incluso hay una persona que le compra mercancía para llevarla a los Estados Unidos, donde es bien aceptada.
“No nos vamos a hacer ricos, pero vamos saliendo con este producto, gracias a Dios”.
Finalmente dijo que ha recorrido diferentes municipios del estado y las condiciones desfavorables para vender es cuando hace mucho aire, porque les tira el producto.