“Las autoridades creen que pueden hacer lo que se les da la gana”.
Tlaltizapán. Un nuevo incidente entre el alcalde de Tlaltizapán, Gabriel Moreno Bruno, y la ciudadanía se dio la noche del viernes, cuando el alcalde, sin importarle que una obra de teatro estaba en curso, realizó el encendido del árbol navideño, lo que le valió el duro reproche de la maestra encargada del grupo de teatro.
Este viernes comenzaron las actividades navideñas en la localidad. El programa marcaba a las seis de la tarde una pastorela a cargo de “Paisas Teatro”, para que a las ocho de la noche se realizara el encendido del árbol, villancicos, entrega de aguinaldos y un concierto navideño.
Pero mientras la obra se representaba, a unos metros, sobre la misma plaza (sobre la calle Guerrero, frente al museo de Emiliano Zapata), el alcalde realizó el encendido del árbol, lo que encendió también el ánimo de la directora del grupo de teatro, quien lo menos que dijo es que fue una falta de respeto.
Tomó el micrófono y calificó de “inadmisible” la falta de respeto del edil, que argumentando razones de agenda, le dio la espalda a la representación teatral. “Las autoridades creen que tienen el poder de hacer lo que se les da la gana y no es así, ellos son nuestros servidores”.
Se presentó como la directora de “Los Paisas Teatro” de Yautepec”, Patricia Lara Santín, quien agradeció al pueblo de Tlaltizapán, pero deploró la actitud de sus autoridades.
Enfatizó que nunca le faltaría al respeto al pueblo, y tampoco lo podía permitir, “en ningún pueblo, municipio o cualquier otro país”.
Señaló que su grupo de teatro ha estado en otros países representando a México, como Ecuador, Costa Rica, Canadá, España, etcétera, y “jamás habíamos sido objeto de una falta de respeto tal. Las autoridades (en Tlaltizapán) creen que tienen el poder de hacer lo que se les da la gana; el pueblo pone a los autoridades, no son nuestros jefes”.
“Nunca permitiré que lastimen a esos niños, a esos jóvenes (que estaban realizando la representación) que estamos tratando de sacarlos de un mundo lleno de violencia. No estoy de acuerdo y protesto rotundamente. Esto es imperdonable y si Tlaltizapán no me puede recibir, lo sentiré en el corazón, pero esto no se lo puede permitir a nadie”.
Invocó la figura de Emiliano Zapata, para decir que no se podía quedar callada. “No puede ser que porque la agenda del presidente no le dé tiempo, tenga que interrumpir la obra de teatro. Esto es arte, con lo que se forma la juventud y la gente”.
Tras el incidente, el edil entregó aguinaldos y se retiró.