“Eso de las sales está a ojos vistos. Hay mucha diferencia entre un animal que tiene sales a uno que está engordado con grano; se ve la diferencia corporal. Pienso que las autoridades no han asumido su responsabilidad como se debe (para evitar que se sigan usando las sales). Aparte, se presume que la Sagarpa solapa mucho esa situación. No están revisando como se debe. No sé si sea porque no tenga personal. Incluso, en algunos rastros hasta se le da el pitazo a la gente que va a meter ganado con sales; el mismo rastro les habla y ya no llevan los animales. Esto da en qué pensar. Hay complicidad tanto entre autoridades como en los administradores del rastro”.
Asimismo, mencionó que tiene conocimiento de que también el tablajero le exige al engordador que el animal sea alimentado con sales, porque si no, le castiga el precio. “Hay que diferenciar el tipo de productores: los criadores no tenemos recursos para engordar, pero los engordadores son los que más aplican estas sales. Hasta donde sabemos, es porque el tablajero les exige”.
Aseguró que él mismo ha vendido animales y le han dicho que porque no tienen clembuterol se las pagan a un precio inferior.
El dirigente dijo que el problema de estas sales no es un problema nuevo ni privativo de este municipio, y a él mismo le ha tocado sufrirlo al ingerir tacos de carnitas de animales alimentados con esta sustancia. “Soy hipertenso y me ha pasado que cuando voy a los taquitos empiezo a sentir aceleramiento en el corazón y me hace falta el aire. Le pido a las autoridades que asuman su papel como tal, porque sí es grave el problema”.