Explicó que un grupo de 40 ganaderos participaron en un proyecto para la compra de 125 vaquillas desde el mes de septiembre del año pasado. “Lo que se nos indicó (en la Sagarpa) fue que el productor iba a ir a seleccionar su ganado. Eran vientres entre seis y siete meses de gestación, un peso aproxi-mado de 400 kilos hacia arriba y ganado F1; el proveedor era de Chiapas y cuando fuimos allá por el ganado, la sorpresa que nos llevamos fue que era un centro de acopio para rastro, ganado de muy mala calidad. La mayoría no estaba gestante, alguna hembras con mezquinos en las tetas, esto lógicamente no es para un pie de cría, eso es ganado para rastro, entonces la inconformidad es ésa, de que se nos cumpla con lo que se habla y lo que marca las reglas de operación.”
Puntualizó que el problema son las reglas de operación del programa. “La Sagarpa obliga a registrar proveedores. Lamentablemente los proveedores que se registran no son criadores, son gente que se dedican a acopiar ganado y lo venden como pie de cría. Ésa es la inconformidad que estamos manifestando, porque el beneficio no es realmente para el productor, esto se está con-siderando como negocio del proveedor.”
Reconoció que sólo conoce de este caso, pero “por lo que se ve, en la lista de proveedores, la mayoría son acopiadores no criadores. Nuestra petición es de que realmente quien venda ganado sea un criador cuando menos que tu veas que vaca parió la novilla que te van a vender”.
Sostuvo que ya le enviaron un documento a la Sagarpa dando cuenta de esta situación, y están en pláticas para que se aclare y se corrija la misma.
Por lo pronto, dijo que los grupos de productores ya entregaron la parte del dinero que les corresponde -20 mil pesos- y buscarán que se los reintegren.