Este medio llegó hasta el sitio en mención, donde se ofreció que se daría información al respecto, pero los elementos del ejército solicitaron que primero se permitiera a la Procuraduría General de la República –que llegó al sitio-, hacer la inspección correspondiente, para después dar detalles de lo que había en el interior, por lo que al cierre de edición no se tenía certeza de lo que se había encontrado.
Sin embargo, el presidente del comisariado ejidal del Quilamula, población con la cual colinda el ejido de Valle de Vázquez, Reyes Zúñiga Uroza, confirmó que un mando del grupo de soldados le confirmó la existencia del laboratorio, que incluso se creía que estaba en Quilamula.
“Estuvimos platicando anoche (el martes) con el comandante del ejército, no recuerdo como se llama, y dijo que estaba en mi ejido, pero le aclaré que no. Me comentó que había un laboratorio clandestino, que habían encontrado unos aparatos ahí; personas no encontraron nada, nada más los puros aparatitos y que él había pedido refuerzos para estar resguardando todo eso”, apuntó.
El representante del comisariado aclaró que en el lugar no se había escuchado nada respecto a este laboratorio.
“Yo no había visto más que la casita, una casita que se ve desde la carretera. No he ido a pararme por ahí para nada, no sé que hay. Yo pensaba que era del baño del potrero, porque así hacen casitas en el campo”.
Comentó que desde la tarde del martes, llegaron dos camiones del ejército y una camioneta.
Avanzada la tarde aún no había información oficial, pero seguían llegando elementos del ejército a la zona.
Zúñiga Uroza consideró benéfico que estuviera el ejército en el lugar, “para que de a tiro se aplaque todo. Nosotros aquí somos una comunidad muy tranquila y no queremos esas cosas”.
Versiones extraoficiales señalaban que se habría encontrado “piedra” en la pequeña caseta, aunque eso no pudo ser confirmado.