El directivo reconoció que hubo un impacto importante en la población por falta de servicio en más de cinco semanas que estuvo cerrada.
“El impacto mayor fue en la gente, a la que no le pudimos dar el servicio de todo tipo que maneja el Ayuntamiento como debería de haber sido, pero dentro de las circunstancias, el sindicato estuvo trabajando, no al cien por ciento, pero en la medida de las posibilidades”.
Se abstuvo de la cantidad de impuestos que dejaron de percibirse (y a que a decir de otras fuentes, habrían llegado hasta los cinco millones de pesos), pero de alguna manera se improvisaron oficinas para hacer la recaudación.
“En el transcurso de ese tiempo se trató de buscar la manera de que entrara el recurso al ayuntamiento; por ejemplo, el agua potable realmente no paró, con dificultades pero siguió trabajando. Se buscaron las formas de poder dar el servicio”.
Comentó que los casi 40 trabajadores sindicalizados se concentraron en algunos lugares, como un hotel de la colonia Miguel Hidalgo, hasta donde llevaron computadoras e impresoras para trabajar. Lo mismo se intentó con otras áreas.
Estimó que dependiendo de cada área, se laboró en un poco más del 50 por ciento.
En cuanto a la intención de ingresar diez trabajadores más al sindicato, cinco propuestos por el alcalde y cinco por el sindicato, dijo que no se descarta realizar tal acción.
“Tuvimos una asamblea, pero el tema específico de los ingresos se paró antes de esta situación; entonces tendremos que esperar a ver más adelante qué es lo que hay sobre esto, pero en una asamblea general. Ahorita está detenido (el trámite), no puedo decir si está descartado o no, lo tenemos en un paro técnico, pero no podría contestar si es una cosa o la otra, está parado”.
Finalmente, dijo que los sindicalizados se mantuvieron al margen del conflicto, porque existe un convenio con el ayuntamiento. “Tenemos acuerdos firmados, no nada más es ante el Ayuntamiento sino es ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje.”