Durante el inicio de operaciones de la planta de tratamiento de aguas negras de este lugar, ubicada en la comunidad de Tlatenchi, el día de ayer el funcionario advirtió que el lema del Día Internacional del Agua es “El mundo tiene hambre, porque el mundo tiene sed”.

“Se trata de llamar la atención de todos nosotros para que sepamos que sin agua no hay alimentos, sin alimentos hay hambre, con hambre hay enfermedad, pobreza, marginación; consecuencias no deseadas”.

Dijo que para garantizar la producción de alimentos, debemos garantizar contar con agua en el futuro.

“Existen siete mil millones de habitantes en el mundo; para el 2050, se esperan dos mil millones más. Lo peor es que cada día tenemos menos agua por dos razones principales: los efectos del calentamiento global, el cambio climático ha hecho que cambien los patrones de precipitación, donde había poca agua hay cada vez menos, menos de la mitad del territorio nacional tiene sequía extrema. Amplió que el norte y gran parte de centro del país está en condiciones de sequía extrema, lo que significa que no hay agua, en algunos casos ni para tomar; no hay para sembrar ni bañarse pero lo más importante, en algunos casos ni para tomar”.

Reiteró que los efectos del cambio climático han generado mayor presión sobre el agua y también una mayor contaminación de las aguas.

“Mayor población significa mayor contaminación”, dijo y citó que en la zona metropolitana de Cuernavaca, por ejemplo, todas las descargas hicieron del río Apatlaco el más contaminado del estado y uno de los más descontaminados del país. Se detectaron, afirmó más de dos mil descargas directas al río, que ahora se están corrigiendo con la construcción de plantas de tratamiento.

Resaltó que llevar un metro cúbico de agua a los hogares cuesta dos pesos, mientras que otros productos como refresco o cerveza cinco o diez veces más, por lo que llamó a pagar el servicio de agua para contribuir en la operación de plantas de tratamiento.