Cerca de media centena de vecinos de la comunidad indígena respaldaron a los padres de las dos menores que en los últimos meses fueron privadas de su vida luego de haber sido violadas por sujetos de la misma comunidad.
Asimismo, exigieron a la subprocuraduría más y mayor seguridad para la ciudadanía de la comunidad, donde continuamente se registran enfrentamientos a mano armada, homicidios y violaciones. “Estamos cansados de tanta inseguridad… ¿Qué esperan las autoridades? ¿Que haya más muertes para que así actúen y detengan a quienes tenemos perfectamente identificados como matones y violadores? Además de que exigimos la pena de muerte para estos criminales”, dijeron los manifestantes que por algunos minutos mantuvieron cerrada la calle Cuahutémoc.
Una comisión de los manifestantes fue recibida por una trabajadora de la dependencia, quien se deslindó de responsabilidades, asegurando que el caso compete al Juzgado menor.
De esta manera, los manifestantes amenazaron con tomar justicia con su propia mano en contra de los siete sujetos plenamente identificados como violadores y homicidas de la comunidad si no son detenidos y, sobre todo, sentenciados.
“Este miércoles nos presentaremos en el juzgado para exigir la sentencia de Aquiles Rufino Agapito, quien privó de su vida recientemente a una menor, y la detención de los otros sujetos que siguen sueltos, relacionados con homicidios y violaciones en nuestra comunidad”, enfatizaron.
Finalmente, hicieron el llamado al Congreso del Estado y al Ejecutivo estatal para que se dé pena de muerte a los violadores, con la amenaza de que si no la comunidad hará justicia por su propia mano.