“Ya tenemos el avance del casi 95 por ciento, ya faltan detallitos nada más; hicimos unos baños, unas oficinas… nada más nos falta hacer un techo para una terracita y detalles como cable de luz, bomba de agua… Ya casi estamos por terminarlo; ya repartimos espacios a los ejidatarios que nos corresponde a cada ejidatario, para nueve personas.”
Aclaró que como el ejido puso el terreno y construyó lo necesario con sus propios recursos, se entregaron los espacios primero a los ejidatarios y lo demás está a la venta. “Tenemos cerca de 800 espacios para la gente del pueblo, o de otras gentes que quieran comprarlo; hicimos una asamblea y se autorizó que va a ser a cuatro mil pesos al contado de espacio de 1.20 por 2.40 metros para tres personas; o cinco mil pesos en pagos, dos mil pesos de enganche y 250 pesos cada semana, hasta que se cumplan los cinco mil pesos.”
Aseguró que cuentan con la concesión del municipio, pues éste no tenía ni el terreno ni recursos para invertirle en una obra de este tipo. “Nos dieron la concesión porque en el panteón antiguo siempre lo manejaba el ejido.”
Comentó que el municipio les dio las licencias de construcción y todos los permisos correspondientes, como de la Comisión Nacional del Agua, la CEAMA, y de Licencias y Fraccionamientos del municipio.
Señaló que en este mes sepultaron ya a la primera persona y hay por lo menos otra más reposando en el nuevo cementerio.
“El panteón viejo ya está muy saturado, por eso le dimos prioridad al panteón; dejamos el auditorio –que pensaban construir– porque nos importaba más el panteón, porque ya estaba saturado, ya estábamos enterrando a las personas afuera y es un riesgo de salud porque ya el cuerpo no queda dentro de la tierra.”
Para concluir, dijo que realizaron una asamblea y acordaron que se iba a “correr la voz” para que la población en general pueda comprar sus lotes.