De acuerdo con la información proporcionada por autoridades de la región, trascendió que definitivamente será hasta el próximo año cuando se cristalice este proyecto, para el cual se requiere de una inversión del orden de los 122 millones de pesos, en una superficie de cinco hectáreas del mencionado ejido.
Las autoridades de la región mencionaron que este proyecto se aplazó en repetidas ocasiones ante la falta de presupuesto, sin embargo lo catalogaron como de primera necesidad debido a las condiciones de la matanza no sólo en la región, sino en la entidad en general.
Mencionaron que tan sólo el 65 por ciento de la carne que se consume y comercializa en Morelos es proveniente de otros estados, el resto cuenta con la inspección de las autoridades sanitarias para la matanza de las reses.
Resaltaron que urge contar con un rastro tipo TIF que cumpla con la Norma Oficial Mexicana, garantizando que el sector productivo se vería beneficiado con la calidad de la carne, buscando incluso abrir mercado a los estados vecinos.