Aunque las organizaciones cañeras habían anunciado que el domingo o lunes pasados concluiría la molienda, fue hasta ayer que terminaría, pero será hasta este jueves que se terminará con todo el proceso, confirmó el gerente general de la fábrica, Rodolfo Villanueva Zalapa.
“La molienda termina este martes (ayer) alrededor de la una de la tarde; posteriormente se procederá a la liquidación de la fábrica (extraer todo el material), que esperamos ocurra en el primer turno del día jueves, por lo que el 7 de junio estará completamente y oficialmente terminada la zafra 2011-12”.
De hecho una banda de viento esperaba ya el último camión de caña ayer alrededor de las 3 de la tarde.
El directivo destacó que se tuvieron números positivos, aunque reconoció que la zafra se alargó más allá de lo previsto (193 días).
En principio comentó que se tenía estimado procesar un millón 144 mil toneladas de caña, que en realidad llegó hasta un millón 238 mil toneladas, por lo que 40 mil toneladas fueron derivadas a los ingenios de Casasano y Atencingo y un millón 198 mil fueron procesadas en el Emiliano Zapata (contra un millón 133 mil del año pasado).
También hizo hincapié en que el rendimiento en campo se incrementó de 102 toneladas de caña por hectárea del año pasado a 113 este año.
Mencionó que con estos números se obtendrán aproximadamente 159 mil 300 toneladas de azúcar, un récord en el ingenio, superando las 147 mil toneladas obtenidas en la zafra 2007-2008.
El karbe cerrará en 135.994, con algunas milésimas de variación. “Una vez que cerremos rendimiento (el jueves), tendremos el número exacto”. Con este karbe y de acuerdo con el precio de referencia del azúcar, la tonelada de caña se pagará en 815 pesos y centavos, más el diferencial, una vez que se cierre el ciclo azucarero.
Sin embargo, deploró la gran cantidad de cañas accidentadas, que afectaron la producción de azúcar. “Ése uno de los temas que hemos estado insistiendo mucho con los productores de caña para reducir este número de tonelaje que se accidentó. Hablamos de 163 mil toneladas, lo que representa 13.6 por ciento (del total). Esto impacta en la calidad del material que nos llega, se desfasa el programa de cosecha y se afecta la frescura de la caña”.
Por otra parte, reconoció que este año se estrenó una caldera que redujo el uso de varias de ellas, pero se presentaron problemas con la alimentación de caña en el batey. “Eso no nos permitió tener la continuidad que se requiere para que las calderas hagan su trabajo como debe de ser.”