Ayer se realizó el segundo debate entre los candidatos a la presidencia de la República que seguramente servirá a los indecisos a tomar partido por uno u otro candidato.
Pero aquí en nuestra entidad también hubo un debate entre los candidatos al gobierno del estado que nos hizo ubicar a cada uno de ellos en su contexto real y conocer sus deficiencias.
Hasta en la región se han realizado foros y demás, que han intentado llegar a la categoría de debate, sin llegar a serlo.
Hay quienes critican que haya señalamientos y descalificaciones en estos encuentros, pero la verdad, son necesarios para demostrar quiénes son en realidad los que aspiran a llegar al poder. No se puede borrar su pasado inmediato, su comportamiento, su criterio, al haber tomado tal o cual decisión en sus cargos anteriores.
La mayoría de los candidatos/as ya tiene un pasado político por el que se le puede juzgar, por lo que es importante que al escuchar sus propuestas, contrastemos lo que dicen su experiencia.
En nuestra región, hemos visto que lamentablemente la mayoría de los candidatos llegan sin información básica del cargo que pretenden obtener. Los candidatos a presidentes municipales, por ejemplo, ofrecen de todo y para todos, sin conocer a fondo presupuestos o estadísticas sobre los diferentes temas. Los candidatos a diputados, ni se diga. Su función particular sería legislar y en lugar de hablar de ello, hablan de gestión, de mejora económica o de otras cosas que no están a su alcance.
Como sea, un buen número de estos encuentros ya se han dado. Los candidatos han dicho lo que han querido, con o sin responsabilidad. Los ciudadanos han tenido la oportunidad de escucharlos y contrastarlos.
En los pocos días que quedan de campaña, ya sólo resta ratificar la opinión que tenemos de cada uno de ellos para tener un voto razonado el primero de julio.