Luego de revelarse que tanto este candidato, como otros de diferentes partidos que buscan el voto para ocupar diversos cargos, han laborado ya en gobiernos municipales y han recurrido a la demanda para obtener su indemnización, Ochoa Rojo admitió que laboró en el trienio 2006-09 en el Ayuntamiento de Tlaltizapán con Joaquín Carpintero Salazar (hoy también candidato a diputado local), en el cargo de tesorero.
Comentó que por diferencias fue cesado por el entonces alcalde sin que hubiera justificación de por medio, por lo que intentó negociar su liquidación, pero no llegaron a un acuerdo, por lo que presentó demanda laboral.
Al final, el tribunal laboral le concedió la razón y emitió un laudo para ser indemnizado en una cantidad que se reservó declarar y que le tocó cubrir a la actual administración.
“Fue un despido injustificado por parte de la autoridad municipal y sólo respeté mi derecho laboral. Obviamente, al ser usurpados (sic) mis derechos laborales, tuve que ejercer los mismos y afortunadamente el tribunal salió a mi favor conforme a la ley.”
Asimismo, negó que no tenga domicilio en Tlaquiltenango. “Tengo más de diez años viviendo en la zona, así que simplemente estamos trabajando, estamos ejerciendo nuestro derecho constitucional de votar y ser votados.”
En cuanto a los señalamientos y críticas de los ciudadanos de Tlaquiltenango, Ochoa Rojo pidió que haya respeto, pues “la gente tiene derecho a ejercer su libertad política en todo lo que es la República mexicana. Los señalamientos que me hacen son porque quizá yo posiblemente no sea de su agrado o simplemente sean situaciones que van en contra de las aspiraciones políticas en un momento dado.”
El caso de este candidato es similar a varios más en los municipios de la región sur, que han ganado demandas o las tienen en curso en contra del Ayuntamiento que pretenden gobernar.