Lo anterior fue dado a conocer a través de un comunicado de prensa, donde la delegación Morelos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) informa sobre la tarea de sanidad vegetal, tanto de esta dependencia federal como la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), que respaldan al Cesvmor en esta acción.
Este tipo de método, de manera programada, trabaja en parcelas de siete mil 749 hectáreas de la vara dulce que se ubican en los municipios de Ayala, Emiliano Zapata, Jojutla, Mazatepec, Miacatlán, Tlaltizapán, Tlaquiltenango, Xochitepec y Zacatepec.
Explicó que las acciones que se llevan a cabo en esta campaña fitosanitaria de la caña de azúcar, es liberando una “avispita” llamada Trichogramma pretiosum, que es un insecto extremadamente pequeño y que parasita los huevecillos de la palomilla que da origen al gusano barrenador. Liberación en campo que se hace en muestreos de la parcela cuatro veces; las tres primeras, a intervalos de cada mes, y la cuarta liberación, tres meses después de la penúltima.
Se realiza un trabajo que va desde el brote de “pelillos”, hasta en “tallos moledores”; tratando de realizar el mayor número de liberaciones en el periodo de lluvias, que es cuando se registra mayor número de oviposturas de barrenadores.
Detalló que para conocer el daño causado por el gusano barrenador de la caña de azúcar, por ejemplo, en “pelillos”, se hace un muestreo de estos en superficies de cuatro a cinco hectáreas sembradas con la misma variedad. Muestreo que se hace en una porción rectangular de esas hectáreas, en donde se localizan y cuantifican los pelillos dañados, colectando la larva del barrenador.
Dicho procedimiento se realiza en esa porción de terreno en las cuatro esquinas y en el centro, una acción que se llama “cinco de oros”, especificando que con la información de los muestreos, los mismos técnicos aplican una fórmula para conocer el porcentaje del daño, agregando que en el caso de los “tallos molederos”, se muestrea un tallo por hectárea para conocer el porcentaje de los entrenudos dañados.
Para finalizar, dijo que entre las ventajas de este tipo de control es que el tratamiento con insecticidas es eliminado por completo o de manera sustancial, la relación beneficio-costo es muy favorable, se evitan plagas secundarias y no existen problemas de intoxicaciones.