En una ceremonia realizada en la presidencia municipal la mañana de ayer, el edil Ennio Pérez Amador entregó por segunda ocasión, ahora sí de manera legal, las escrituras del terreno, ubicado en la comunidad de Pueblo Nuevo, al delegado estatal de la Cruz Roja, José Esparza Saucedo, y que alcanza una superficie de 2 mil 300 metros cuadrados.
“Yo me sentí muy incómodo, cuando se colocó la primera piedra (en julio del año pasado), porque ahí me enteré que era un predio ejidal o comunal y no podemos, por logística de la Cruz Roja, poner un dinero en un lugar donde no es propiedad privada, porque en cualquier momento entra otro comisariado y le da la vuelta. Cuando vi la (primera) piedra, y vi el evento, no podía hacer este comentario, que ahora hago, porque la gente estaba feliz”, comentó Esparza Saucedo.
Señaló que ahora se ha confirmado que la Cruz Roja es propietaria del predio, se comunicó a la Ciudad de México, a la sede nacional, desde donde aprobaron 500 mil pesos para iniciar el proyecto, pero que en conjunto requerirá de más de tres millones de pesos.
“Vamos a iniciar a partir de octubre, porque ahorita estamos trabajando en la escuela de enfermería en Cuernavaca y aunque tenemos etiquetados 500 mil pesos, queremos que la gente de Tlaltizapán también se ponga las pilas para que apoye y en un año podamos inaugurar una nueva base o una nueva delegación aquí”.
Aseguró que incluso existe ya una ambulancia 2012 para Tlaltizapán, pero será hasta que estén las nuevas instalaciones que se ponga en operación.
Comentó que la intención ahora es también instalar una nueva base en Tlaquiltenango, en Valle de Vázquez, porque tampoco hay ningún tipo de servicio de asistencia de emergencias.
“Ojalá que el nuevo gobierno nos apoyen para que se puedan materializar estos proyectos”.
Reconoció que no tiene estadísticas del número de accidentes que ocurren en la zona de Tlaltizapán, pero por ser una región de tráfico vehicular importante, ya se requería un centro de atención de emergencias.
Vale apuntar que el 22 de julio de 2011, se llevó a cabo la ceremonia de construcción de la unidad Cruz Roja en Tlaltizapán, que quedó trunca al revelarse que no era un predio particular sino ejidal.