Desde muy temprano, los cementerios de la región comenzaron a recibir visitantes que acudieron a limpiar las tumbas y pasar un tiempo acompañando a sus difuntos, con el ofrecimiento de flores, velas e inciensos, incluso de altares con alimentos que en vida eran del agrado de sus familiares ya finados.
Las familias permanecieron durante horas en las tumbas, donde incluso se detectó el consumo de alcohol y el ambiente fue amenizado por música tradicional como banda de viento, grupo de norteños y música en grabadoras.
Como toda una fiesta tradicional, durante este 2 de noviembre la afluencia de visitantes fue abundante, donde en algunos casos se denunció el desabasto de agua, además de los grandes cúmulos de basura en contenedores.
Respecto de la celebración por el Día de Muertos, en los panteones de zona se registró una gran afluencia de visitantes, lo que originó que este viernes se convirtiera en una verdadera fiesta; por ello, hasta el cierre de esta edición, las autoridades municipales mantenían la implementación de operativos de seguridad y vigilancia.
Entre las diferentes acciones se garantizó la dotación de agua potable, alumbrado y servicio de limpia, así como también personal de los ayuntamientos han recomendado a las personas evitar dejar depósitos de agua que pudieran convertirse en criaderos potenciales del mosco transmisor del dengue.
Del mismo modo, la principal problemática de los cementerios es la sobrepoblación; por citar un ejemplo, el del municipio de Coatlán del Río registra un 100 por ciento de ocupación, quedando como urgente la adquisición de un nuevo predio. Sin embargo, esta situación también se registra en la comunidad de Coatetelco, del municipio de Miacatlán, y en Tetecala.