Alumnos del sexto grado de diferentes grupos, dieron a conocer ayer su inconformidad con la cuota de preinscripción al actual semestre que muchos no han pagado.
Yaremi Caballero Fuentes, jefa de grupo del sexto “G”, dijo que su inconformidad no es sólo con las cuotas, sino también cómo se manejan los maestros y las clases que les dan.
En cuanto al pago de preinscripción ($1,620.00 para alumnos de segundo grado; $1,440.00 para los de cuarto y $1,530.00 para los de sexto), acusó que quienes no han pagado son excluidos de la lista o los sacan del salón, lo que no está permitido por la ley.
Eduardo Flores Clemente, del cuarto grado “G”, quien no ha pagado la cuota, confirmó los señalamientos de su compañera y agregó que la única opción que les dan es pedir prórroga para pagar. Dijo que la mayoría no cuentan con los recursos suficientes para cubrirla y temen que tengan problemas al no estar en las listas.
Raúl Herrera Hernández, también de sexto, aseguró que los han amenazado con no entregarles los documentos si no pagan. “Ya pasaron tres secretarias diferentes diciendo lo mismo, que vamos a tener problemas con el certificado y lo que nos conviene es que paguemos”.
Anayeli Sánchez de sexto “A”, apuntó que la prórroga se vence el 28 de febrero, por lo que parece “escuela de paga, no pública”.
La directora dice que se requiere la cuota voluntaria
Por su parte, la directora del plantel, Guadalupe Cornejo Quiroz, aclaró que cuentan con autorización para solicitar a los padres de familia lo que llamó “donativos de cooperación”, para el mantenimiento de la escuela porque no cuentan con recursos suficientes para su operación.
Expuso que al final de cada semestre, se presenta a los padres el proyecto de inversión, se establece el donativo y el procedimiento a seguir si algún alumno tuviera problemas económicos para hacer la aportación. “Tienen formatos en los cuales pueden hacer solicitud de descuento, de prórroga o de no pago”.
Expuso que para que se transparente el uso de los recursos aportados por los padres, el plantel debe tener una prueba contable de la cantidad de alumnos que entregaron su donativo; por ello, el departamento de servicios escolares ha estado haciendo un llamado a los jóvenes a realizar el proceso de reinscripción, que además se da cada semestre. Los alumnos deben aportar su cooperación o entregar el formato solicitando prórroga o dando razones del porqué no pueden pagar para justificar los ingresos. “No puedo tener una matrícula de 800 estudiantes y 600 pagos”, mencionó.
“En ningún momento se les ha hostigado, es información normal que se da a los chicos porque trabajamos en línea y el sistema se cierra. Si no tengo las reinscripciones realizadas, los jóvenes quedarían fuera”.
Aseguró que no borran a nadie de las listas, simplemente quienes no han pagado no aparecen porque no han sido oficialmente reinscritos, por ello deben cubrir el trámite de entregar el formato. Quien no lo haga, en el primer examen parcial se les pedirá a los padres que realicen el proceso.
Admitió que de 900 alumnos, sólo alrededor del 40 por ciento han pagado.
La directora resaltó que todos los estudiantes cuentan con beca con la que podrían sufragar su reinscripción, sólo deben organizarse porque los que no se han inscrito cuentan con la beca “Oportunidades” o “Salario”, y muchas veces los padres ven este apoyo como un “modus vivendus” (sic), no como un apoyo para que los jóvenes estudien.
Aseguró que el CBTIS cuenta con instalaciones de calidad que se deben mantener, y para ello son las aportaciones, por lo que hizo un llamado a los padres para que revisen las instalaciones y también para que tengan en forma los expedientes de sus hijos.
Finalmente, consideró que estas quejas son motivadas por una maestra que se llama Ixchelt Ibáñez, quien ha estado aprovechando los espacios de clase para “generar este tipo de situaciones”.
Al final, un padre de familia y los alumnos, solicitaron una reunión con todos los padres de familia para analizar la situación.