En una inspección realizada en el lugar se puede apreciar que la basura que llega en los camiones, se pesa y se vacía en las celdas. Hay poca separación de basura reutilizable, porque además hay también pocos pepenadores -y ya antes de llegar al basurero se pudo observar que un camión depositó los materiales reciclables como el PET, en un pequeño establecimiento- y la mayor parte de los desechos se compacta.
El encargado del lugar se reservó dar información.
De acuerdo con datos obtenidos en el lugar, desde el 4 de febrero se está trabajando en el relleno.
En entrevista, el presidente del comisariado ejidal en principio negó que ya se estuviera recibiendo basura en el relleno sanitario (obra que construyó el gobierno del estado el sexenio anterior, en cinco hectáreas para recibir los desechos sólidos de cinco municipios, con una inversión superior a los ocho millones de pesos y que quedó en manos de los ejidatarios), pero después lo admitió. “Estamos metiendo basura solamente del municipio de Jojutla (quien paga 100 pesos por tonelada de basura depositada). Ya nos pusimos de acuerdo con el municipio y la Secretaría de Desarrollo Sustentable, ya nada más se van a hacer los permisos para que se vaya todo en regla”, expuso.
Comentó que los ejidatarios, propietarios del predio donde se construyó el relleno y por ello ahora lo administran, se asoció con la empresa “Sanea”, con la cual formaron una sociedad cooperativa y compartirán los ingresos al 50 por ciento (en el primer mes recibirían entre 100 y 120 mil pesos a repartir).
Mencionó que para hacerlo más rentable, no descartan que también los municipios de Tlaquiltenango y Zacatepec depositen ahí sus desechos, aunque de eso se encargará la Secretaría de Desarrollo Sustentable, sin embargo, ha habido objeción de los vecinos de colonias aledañas para que no se dé servicio a otro municipio más que Jojutla, el dirigente ejidal consideró que todavía pueden participar los otros municipios.
Dijo que esa empresa es la que se encarga del aspecto técnico y por ello, desconoce si la disposición que se hace de la basura sea la correcta. “El ingeniero es el que lleva el control, él sabe cómo es el proceso y nosotros nada más prestamos el terreno, él es el que va a sanear y él sabe a qué capacidad se debe de llevar la basura”.
Aseguró que tienen un acuerdo con la empresa Sanea para operar el relleno 15 años, mientras que con el municipio, firmarán apenas para recibir los desechos sólidos, lo que resta de la administración. “Espero que en unos 15 días más o menos, se formalice la situación de manera legal, yo les informaré, dennos chance”.
En cuanto al anterior basurero a cielo abierto, ubicado también en predio ejidal de su jurisdicción, Batalla de Jesús aseguró que ya se remedió y en menos de un mes se va a clausurar.
Por su parte, el ex presidente del comisariado ejidal Ignacio Urueta Herrera, y quien siguió muy de cerca el proyecto, ya que se realizó durante su administración al frente del comisariado, lamentó que no se está cumpliendo con el proyecto que se había planteado al principio. “Me parece que está mal trabajado el relleno. Notamos que el proceso de saneamiento no se está llevando a cabo como se había diseñado con anterioridad. Se dijo que iba a ponerse una banda transportadora para seleccionar la basura, para bajar el volumen de la misma, para después hacer los procedimientos siguientes con maquinaria. Desgraciadamente no se está haciendo nada de eso; llegan los camiones, vacían la basura y una máquina de inmediato la extiende, así como va, con todo lo que lleve y trata de disminuir el nivel, nada más”.
Por su parte, un especialista comentó que el proceso indicado es recuperar la mayor parte de los desechos reciclables que representan incluso entre el 65-70 por ciento, del total de los desechos sólidos (muchos reutilizables no son recuperados por los pepenadores, ya que son difíciles de vender en la región), con lo que se disminuye considerablemente el volumen a confinar. De hecho, comentó que lo que se debe compactar y después enterrar, debe ser, en su mayor parte, materia orgánica con la que podría incluso obtenerse biogás.