Luego de que el empresario Saúl Medina Villagómez fuera acusado en una sesión de Cabildo de tener un adeudo con el Ayuntamiento local, él mismo aclaró que se trata de un mal entendido, pues le vendió un predio al Ayuntamiento en el año 2009 y por un mal manejo administrativo, aparecía como deudor.
“Cuando estaba el doctor (Alberto) Cabrera (2006-2009) le vendí a la administración municipal 10 mil metros cuadrados para la construcción del hospital Uneme, y se hizo una donación de dos mil metros cuadrados junto a ese predio, para la construcción de la subprocuraduría (ambos de carácter estatal)”.
Señaló que el actual gobierno, durante la entrega-recepción, recibió una documentación donde aparecía su nombre como deudor, pero no tuvieron cuidado de revisar ni investigar y seguía apareciendo en ese rubro.
Esta situación reveló que ni el municipio ni el gobierno del estado, cuentan con documento alguno que proteja lo que compraron y lo que recibieron en donación. “No tienen nada, porque durante la administración de Cabrera no se llegó a firmar el contrato de compra-venta ni el de donación; y en la administración de (Enrique) Retiguín (2009-2012) tampoco se tocó el tema. Yo insistí en que se hiciera; incluso la síndico de aquel momento, Alejandra Rodríguez, se encargó de hacer los contratos pero pasó el tiempo y tampoco se hizo”.
En este momento, la Uneme y la subprocuraduría, están en un terreno irregular, afirmó, aunque anticipó que no buscará recuperar esos terrenos.
“Mientras no haya documentos, el propietario real soy yo, pero no hay ningún problema de mi parte, pero si esto sigue así y, Dios no lo quiera, si me muero, al rato los terrenos pasarán a ser parte de mi familia porque ellos son los beneficiarios”.
Consideró que esta situación se ha complicado por negligencia tanto del gobierno municipal como del estatal, que nunca se han preocupado por tener los trámites en orden, a pesar de que él mismo se los advirtió desde que se hizo la compra, en 2009.
“Es una cuestión muy sencilla, como regularizar esto mediante un contrato. Son tantos años y se ha complicado tanto, que no hay razón de ser”.
Aclaró que los terrenos son ejidales, pero no son obstáculo para su regularización y el gobierno del estado pueda tener la certeza jurídica de los dos inmuebles.
“Lo inmediato es hacer el contrato de compra-venta y dárselo al Ayuntamiento (que fue quien lo compró)”.
Finalmente, apuntó que ya llegó a un acuerdo con el cabildo de Jojutla para trabajar en el tema y resolver esta situación y regularizarlos.