En el marco del Día del Abogado, Miguel Ángel Miranda Salgado, de la asociación “Abogados en Morelos”, destacó que la mujer es doble y hasta triplemente victimizada por desconocimiento de la ley o por falta de información, en el caso de la obligación de los padres para con sus hijos.
“El problema (de la pensión alimenticia) es tan grave, que la región sur poniente, tenemos varias regiones o varias poblaciones con comunidades indígenas que son triplemente discriminadas por su condición de mujer, por su condición de indígena y por sus escasos recursos. De cada 10 mujeres que tienen la necesidad de acceder a la justicia o de acceder a un servicio de órgano jurisdiccional, ocho no lo hacen por falta de recursos, porque no se atreven siquiera a decirle, a exigirle, al padre de sus hijos que cumpla con su obligación”.
Aseguró que se habla mucho de proteger a los menores, pero las autoridades no lo hacen. “El órgano jurisdiccional, llámese jueces, están obligados por la ley a que cuando una persona le manifieste verbalmente que tiene necesidad de que una persona llámese padre de sus hijos, cumpla con una obligación alimentaria, que incluye desde lo más básico como son la comida, vestido, calzado y educación así como recreo, se lo tienen que proporcionar”.
Reconoció que hay mujeres que renuncian a ese derecho, pero eso se debe al desconocimiento de la ley.
“Las mujeres muchas veces por miedo, por desconocimiento de la ley no lo hacen, hay algo todavía más importante, nuestros ancianos, ¿cuántas veces hemos sabido de madres, padres que por su edad los sacan de su propia casa?, los alimentos son recíprocos, cuando los hijos crecen, se desarrollan, también tienen obligación de alimentar a sus padres”.
Criticó que pese a que la ley es muy clara y no precisa formalidades cuando se trate de alimentos, las autoridades de los tres niveles de gobierno no están cumpliendo, por lo que les exigió “tomar cartas en el asunto”.
Deploró que haya una cruzada nacional contra el hambre, pues quitar el hambre no es darle de comer a los niños, sino crear niños que se desarrollen en un buen ambiente o lo que se pueda, de acuerdo a las posibilidades de sus padres, y que lleguen a contar con un oficio o profesión que les permita comer y desarrollarse.
“Cuando saneemos este tipo de situaciones, vamos tener una mejor sociedad, la delincuencia no se combate deteniendo personas, la situación se combate cuando resanemos el tejido social”.
Asimismo, se refirió al delito de desaparición de persona, que no está tipificado en la ley morelense.
“Cuando ‘levantan’ a una persona y nunca aparece, las autoridades comúnmente no van más allá de relacionarlos con algún cartel de la delincuencia organizada y ahí se quedó. Hay veces que son los propios cuerpos policíacos quienes cometen ese tipo de actos, como pasó en Cuernavaca hace algún tiempo con un joven llamado Jethro Ramsés, pero a la Policía Municipal nunca se le castigó por su responsabilidad. Esa conducta no se tipifica en Morelos como delito, se tipifica a nivel federal y en otros estados. En ese caso no se castigó que al primer eslabón en la detención, que fue la Policía Municipal.