“El día de hoy decidimos participar en este paro de labores que se llevó a cabo a nivel nacional, derivado de los acontecimientos que se han suscitado en el país”, señaló el secretario general de telefonistas de la sección 109 de Jojutla, José Alberto Gómez Ocampo.
“Los acontecimientos de Ayotzinapa y Tlatlaya han dado lugar a una crisis de gobernabilidad, en la que se combinan y entrelazan varios factores de índole política y social que se agudizan por la incapacidad del Estado mexicano para reaccionar oportunamente. El resultado final es el quebranto del Estado de Derecho”, expuso.
Dijo que en los últimos años, se ha generalizado la miseria, la desigualdad y el desempleo en el país, a lo que se agregan la masacre de Iguala y la ejecución sumaria del Estado de México (en el poblado de Tlatlaya), elementos que manifiestan “incapacidad gubernamental para hacer valer la ley, la impunidad, el descrédito del sistema de partidos, las violaciones fragantes a los derechos humanos, la colusión de los distintos órdenes de gobierno con el crimen organizado, así como la falta de vías institucionales eficaces para resolver los problemas sociales”.
Los telefonistas, añadió, consideran que las reformas estructurales neoliberales llevadas a cabo en los últimos años, dieron lugar al debilitamiento del papel del Estado como rector de la economía, fortaleciendo la participación de los grandes capitales en sectores clave de la economía.
“El sindicato de telefonistas, considera que las primeras reacciones del gobierno federal y del conjunto de instituciones del Estado ante los acontecimientos de Ayotzinapa y Tlatlaya, muestran una actitud conservadora en la que predominan las complicidades y las actitudes autoritarias”.
Opinan que se estaría promoviendo una salida autoritaria frente a la crisis social y de gobernabilidad, que se traduciría en la militarización de amplias franjas del territorio nacional, así como en la persecución de los líderes y activistas sociales. “En estos momentos de crisis, una salida represiva solo serviría para echarle más gasolina al fuego”.
Afirmó que los acontecimientos de Iguala y Tlatlaya no deben repetirse, se deben castigar a los autores intelectuales y materiales de los mismos y que se contemple una agenda para el cambio de rumbo que demandan los mexicanos, en materia de democracia, transparencia y combate a la impunidad; desarrollo económico, político y social y el combate a la pobreza y la desigualdad.
Comentó que todos los telefonistas del país (en Jojutla son alrededor de 80) participaron en esta manifestación, junto con la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y otras organizaciones. “Estamos llevando un paro laboral de 24 horas. Durante estas 24 horas no va a ser posible atender algunas quejas o servicios que reclamen los usuarios. El viernes estaremos nuevamente reanudando labores”.