Los ceramistas del municipio mencionaron que esta actividad ha sufrido graves daños, ya que cada día está más dañada la economía familiar, lo que ha repercutido –primeramente- en la reducción de personal, dejando sin empleo a familias de la región y posteriormente el cierre de talleres.
Destacaron que durante los últimos ocho años ya han cerrado alrededor de 20 talleres de los 38 que había, “hemos dejado sin empleo a mujeres madres de familia debido a la poca venta de los productos, se han buscado alternativas pero no contamos con ningún sustento como para poder seguir sobreviviendo”, dijeron los ceramistas.
Recordaron que esta actividad económica en la región era una de las más importantes hace alrededor de 15 años, ya que las cerámicas del municipio contaban con un gran mercado local, lo que permitía ofrecer fuentes de empleo en la región.
Actualmente hay entre 10 y 12 talleres que siguen funcionando, pero mantienen una plantilla de personal reducida debido a la poca producción, por lo que incluso está en riesgo del cierre de alguna otra que no logre hacer frente a los gastos de producción.
Los ceramistas del municipio atribuyen el descenso de esta actividad a la situación económica que prevalece en todo el país, “porque el cliente directo son los mexicanos, pero si la gente no tiene para comer, mucho menos para comprar un artículo de cerámica”.
Mencionaron que por parte del gobierno municipal se han gestionado recursos para apoyar al sector productivo del municipio a través de donación de materia prima para reducir costos de producción, con el afán de mantener activos estos talleres existentes.