Mónica Marín Méndez, abogada de los afectados, narró que Córdoba Dorantes es profesora jubilada procedente de Acapulco, estado de Guerrero, y defraudó a sus ahora clientes y otros profesores más.
“En el caso de este juicio que se está iniciando son nueve personas; el monto del fraude es de un millón 105 mil pesos, mas ahora se le están fijando por concepto de multas y obligaciones procesales, 83 mil pesos más”, puntualizó.
Añadió que la maestra jubilada llegó al estado a vender plazas para nivel medio superior de la Dirección General de Educación Tecnológica (DGTI), asegurando que era una persona que tenía los contactos, que acomodaba gente y que no era la primera vez que lo hacía.
En cuanto a las cantidades que le entregaron los profesores, la abogada expuso que fueron diferentes, que van de los 70 mil pesos hasta los 118 mil. “Es una situación muy lamentable, porque estamos viendo que se han visto perjudicados en su patrimonio; mucha gente tuvo incluso pedir dinero a réditos y muchos otros se gastaron los pocos ahorros que tenía su familia”.
Comentó que por tratarse de un delito patrimonial, la maestra jubilada puede salir bajo fianza.
Resaltó que ella no fue la única que cometió el ilícito, sino que existe una red de por lo menos otras cinco personas. “Tenemos ya detectadas a algunas de las que estaban participando con Victoria. Vamos a decirlo así, es como una especie de red que se ha dedicado a esto. Nos reservamos los nombres para otras indagatorias, pero ya tenemos detectadas algunas personas que sabemos que tienen nexos muy directos con la procesada y que daremos inicio ya a una averiguación para que se trate de desintegrar esta mafia que se está dando a nivel medio superior en el estado”.
Esta señora no trabajaba sola, prosiguió, cuando inicialmente ella vino a ofrecer las plazas, siempre dijo que ella tenía sus contactos en el Estado de México, pero también mencionó al anterior coordinador en Morelos, que ya no está ahí. Posiblemente sí pudieron a lo mejor colocar algunas personas, pero a las últimas ya no, no sabemos porqué. Se le requirió que devolviera el dinero, pero hizo caso omiso a estos requerimientos y simplemente se desapareció.
Marín Méndez reconoció que también los profesores tienen cierta responsabilidad, pero justificó que hay mucho desempleo. “La necesidad de la gente de tener un ingreso la hace a veces llegar hasta estos extremos para tratar de llevar algún ingreso a su familia y eso, desafortunadamente, vemos que se da a nivel país, la situación económica que está pasando y en ocasiones no queda otra más que tratar de adquirir un trabajo por ese medio”.