El especialista Hugo Rocha Pérez, enviado del Instituto de la Mujer del Estado de Morelos, explicó que se trata de un taller denominado “sensibilización en nuevas masculinidades” dirigido a policías de esta zona.
“Se trata de trabajar con los hombres para transformar su concepción acerca de cómo relacionarse con la pareja, con las mujeres y con los niños. De esta manera, puede prevenirse el maltrato infantil y el maltrato a las parejas”.
Señaló que el taller permite a los policías, que revisen su historia personal, cómo les ha ido en cuanto a ser hombres y revisen cómo se están relacionando con su familia, su pareja, sus hijos, “y si hay cosas que cambiar y transformar, pues hay que hacerlo”.
Aseguró que a la vez, esto les permite ver cómo están trabajando al interior de su institución, para que no haya abusos de autoridad, hostigamiento y acoso sexual, y que estas actitudes no se lleven de su trabajo hacia la comunidad.
“Buscamos que los policías tengan un criterio acerca de cómo los hombres podemos ser diferentes, no necesitamos ser dominantes, impositivos, que decidimos y pasamos sobre cualquier derecho humano”.
Reconoció que en nuestro país se tiene un fuerte arraigo machista por generaciones, sin embargo, aseguró que hay señales de que los hombres están cambiando, e incluso, durante los talleres, se dan cuenta de que los varones de hoy no son los mismos que eran sus padres y sus abuelos, que tenían planteamientos bastante rígidos. “Ahora están más comprometidos en las tareas domésticas, en el cuidado y atención de sus hijos, en respetar a su pareja; sí hay cambios y transformaciones, aunque transformar la cultura por una de igualdad, lleva tiempo”.
Señaló que los talleres se realizan en diferentes regiones del estado y serán seis en total, de los cuales ya se realizaron tres aquí. “Hoy estamos viendo los temas de crianza, y ya vimos los de paternidades y la importancia de ser hombre. Faltan temas relacionados con la prevención de la violencia hacia la mujer y la familia, prevención de hostigamiento y acoso sexual en lo laboral y lo que tiene que ver con la salud”.
Finalmente resumió que la propuesta antigua de ser hombre es la que se conoce de una masculinidad rígida, impositiva, en la que el hombre decide sobre todo, e incluso sobre las necesidades de su pareja e hijos, y el nuevo modelo pretende que los hombres se transformen para tener una cercanía al trabajo en casa, porque involucrarse en los trabajos domésticos los hace más humanos y los hace tener una participación mayor y también una satisfacción mayor. “Los hombres que no están involucrados, se están perdiendo de algo muy importante en la vida, que es por ejemplo, el disfrutar a sus hijos, si se alejan demasiado de la vida familiar”.