Alrededor de las ocho y media de la mañana, las cortinas de la entrada y salida del mercado fueron bajadas y los compradores ya no pudieron ingresar y algunos, por un momento, ni salir.
Un grupo de comerciantes, encabezados por el secretario general de la unión, Enrique Landa Román, acudieron al palacio municipal para entrevistarse con el edil y plantearle sus demandas.
En improvisada reunión, en la que estuvieron sólo un grupo representativo de los locatarios –mientras los demás aguardaban afuera-, el edil, Enrique Retiguín y algunos regidores, Landa Román se quejó de que el gobierno no ha cumplido con varios acuerdos.
Enlistó que el director de mercados, Marco Díaz Cerón “no sirve para nada”, por eso pidieron su cese; no se han reparado los baños ni las cortinas, falta alumbrado y también hay inseguridad, entre otras cosas.
Culpó a los funcionarios que laboran para el ayuntamiento de toda esta situación e incluso calificó de “inepto” al secretario municipal César Bahena.
También criticaron duramente que el gobierno esté cobrando 15 pesos a los vendedores ambulantes, porque eso les da derechos, dijeron, y Ray Pérez aprovechó para denunciar la corrupción que hay en el pago de estacionamiento.
Tras más de una hora de comentarios y señalamientos, en los que incluso el edil sacó a relucir que Landa Román quería ser el administrador del mercado, Retiguín Morales ofreció las siguientes soluciones: Se cambiará al administrador y el edil mismo será el asesor del nuevo; se analizará la reparación de cortinas, se cambiarán a los fiscales y buscarán crear dos turnos para acabar con el ambulantaje (a excepción de tres ancianas, que permanecerán); se dejará de cobrar (el ayuntamiento argumentó que era para hacer labores de limpieza y no generaba ningún derecho); retirarán a dos comerciantes que obstruyen, uno en el pasillo central y otro en área de discapacitados y no se permitirá la creación de nuevos locales al interior del mercado.